N o por esperado deja de sorprender. La economía experimentó en el segundo trimestre un desplome histórico, con un descenso del 18,5% con respecto al primero, que había sido hasta ahora el peor de la serie histórica. La debacle que reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el periodo abril-junio coincide con el periodo en el que España se encontraba en estado de alarma y la máxima dureza de la pandemia, el confinamiento y la paralización general de la actividad.

El consumo, el componente que pesa en torno al 60% en el PIB, dentro de la demanda; y el comercio, los transportes y la hostelería en el apartado de la oferta, arrastraron a un conjunto que también se vio penalizado, con excepciones como el gasto de las administraciones, dedicadas a paliar los efectos de la crisis. Y el sector primario, que siguió suministrando a los comercios de alimentación.

De esta manera, la economía española entró en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos con caídas del PIB. En el segundo trimestre la contracción con respecto al primero fue un histórico 18,5% y en términos interanuales fue del 22,1%, también una tasa inédita. La del periodo abril-junio es la mayor caída trimestral en la serie histórica que maneja el INE y que arranca en 1970. Hasta ahora, los mayores retrocesos trimestrales del PIB habían sido el del primer trimestre de este año (-5,2%) y el del primer trimestre del 2009 (-2,6%).

España encabezó las caídas en Europa y la zona del euro, donde el retroceso fue del 12,1%.

En general prevén que a partir del tercer trimestre de este año comenzará la recuperación, una vez finalizado el confinamiento y la paralización generalizada de la actividad económica, si bien se tardará al menos dos años en alcanzar los niveles de prepandemia.

Además existen elementos, como el impacto de la cuarentena impuesta a los viajeros procedentes de España por parte del Reino Unido y los vetos de otros países como Francia, que pueden tener un efecto negativo muy notable en el PIB, ya que el turismo pesa más del 12% en el conjunto.

El mal dato del segundo trimestre es continuación del PIB del primer trimestre del 2020, que ya reflejaba el impacto de la crisis del coronavirus y retrocedió un 5,2%, el mayor desplome trimestral hasta entonces. En ese periodo únicamente afectó a los últimos 15 días del mes de marzo de un total de 90 que tiene el trimestre. Eso ya hacía prever que los efectos en el segundo trimestre iban a multiplicarse.

El Banco de España tenía unos cálculos similares, pero los fue empeorando y en sus últimos análisis previó un descenso que podría superar el 15% en el peor de los escenarios.

De hecho, la autoridad monetaria ya esperaba un fuerte desplome en el segundo trimestre, ya que calculó que la caída habría llegado al 50% en el periodo más álgido del confinamiento, entre el 30 de marzo y el 9 de abril. En esa etapa, el Gobierno decretó el permiso retribuido para todas aquellas actividades no consideradas esenciales, aprovechando la Semana Santa.

La paralización económica en el segundo trimestre afectó a todos los componentes del PIB, con la excepción de las administraciones públicas, que tuvieron que dedicar ingentes recursos a paliar los efectos de la crisis.

El gasto en consumo de los hogares descendió un 18,1% respecto al mismo trimestre del 2019, una evolución sin precedentes en el registro histórico del INE. En términos interanuales la caída de esta variable, que supone en torno al 60% del PIB, fue del 25,7%.

En contraste, el gasto en consumo final de las administraciones públicas presentó una variación interanual del 3,5%, es decir, una décima inferior a la del trimestre precedente y con un alza del 0,4% con respecto al primer trimestre.

Todos los sectores económicos se vieron afectados, con la excepción del primario, que mantuvo su actividad. El valor añadido bruto de las ramas industriales bajó un 23,8% respecto al mismo trimestre del 2019. Dentro de ese ámbito destaca la industria manufacturera, con un desplome del 27,1%.

El sector de los servicios, el de mayor peso en el Producto Interior Bruto, se desplomó el 19,1% respecto al primer trimestre y el 22% anual. Comercio, transporte y el sector de la hostelería fueron también las actividades más castigadas, con un derrumbe de hasta el 40,4%. La construcción varió un −29,9% y aquellas actividades del sector primario registraron una variación interanual positiva del 7,4%. H