Apenas dos días después de que Mariano Rajoy exigiese a Jose Luis Rodríguez Zapatero que mantenga a Batasuna fuera de la ley, el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López defendió el domingo que la presencia de los seguidores de Arnaldo Otegi en las instituciones es necesaria para la "convivencia democrática". Se trata del primer reconocimiento explícito por parte de los socialistas a favor de que la izquierda aberzale concurra a las elecciones del próximo mes de mayo.

Ni la localización el sábado de un zulo reciente de ETA en Vizcaya paralizó la difusión, el domingo, de un artículo de López publicado en el diario El Correo, en el que el líder de los socialistas vascos niega que su partido "conspire" contra la posibilidad de que "el independentismo" apueste por hacer política.

RETOMAR EL DIALOGO En lo que parece un intento de recomponer las relaciones directas con Batasuna, interrumpidas desde noviembre, López dice en el texto que los socialistas no quieren "excluir" a nadie del dialogo político. Dice que su partido no quiere a la izquierda aberzale "fuera" del sistema de libertades, sino "dentro, concurriendo a las elecciones y participando".

El secretario general del PSE reconoce que su partido aspira a que "quienes hoy son parte del problema acaben siendo parte de la solución". Y para eso, pide a Batasuna que sea "valiente" y sepa dar el paso a la política.

López utiliza la tribuna para combinar la crítica hacia la actitud de la izquierda aberzale, con la mano tendida. Aprovecha también para confirmar la disposición de su partido a llevar adelante la apuesta por un final dialogado de la violencia y da por segura la continuidad del proceso pese a las dificultades.

López no elude reconocer la delicada situación que atraviesa el proceso de paz, pero dice que las dificultades prueban su "consistencia". Aventura que ahora se asiste a una "crisis de crecimiento" que se prolongará hasta que la izquierda aberzale madure y alcance su "mayoría de edad" como fuerza política.

La opinión de López deja entrever el interés de los socialistas por no magnificar los acontecimientos adversos. El domingo, el responsable del PSE en Alava, Txarli Prieto, reconoció que el zulo de ETA en Vizcaya "perturba" el proceso de paz, pero recalcó que lo importante es que el alto el fuego se mantenga.

También Patxi Zabaleta, máximo dirigente de una fuerza escindida de Batasuna, Aralar, reconoció que la localización del escondrijo etarra supone una "dolorosa excepción", pero consideró que no es una prueba de que ETA tenga intención de poner fin al actual alto el fuego. Al contrario, opina que el proceso de paz es "irreversible".