Esta vez, la reconquista empieza en el sur y quiere acabar en Asturias. El PCE, con el tándem Felipe Alcaraz-Francisco Frutos, ha renacido de sus cenizas y se ha lanzado a una refundación cuyo objetivo consiste en reconquistar Izquierda Unida (IU), arrebatándole el liderazgo a su coordinador general, el asturiano Gaspar Llamazares.

La decisión se adoptó el 26 de junio en el 17º Congreso que el partido celebró en Madrid. El 81% de los 691 delegados que acudieron en representación de los 28.000 militantes que el PCE dice tener, apostó por una renovación que llevará a cabo una bicefalia encabezada por dos experimentados veteranos (Frutos, de 66 años, y Alcaraz, de 62). Los seguidores de Llamazares se quedaron en el 12,5%.

Nada contra Llamazares

Oficialmente, la batalla que se libra no es contra Llamazares. "No tenemos malas relaciones personales, sólo queremos reforzar el PCE", aclara Alcaraz, el nuevo presidente ejecutivo que ha ocupado, por primera vez en la historia reciente de la organización, la silla que dejó vacía Dolores Ibarruri, la Pasionaria . Pero todos piensan que está claro que el objetivo político es arrebatarle la dirección de IU a Llamazares.

En la asamblea que IU celebró en diciembre del año pasado, ambos sostuvieron un pulso contra las escasas huestes que Llamazares tiene en el propio PCE y contra el 25% de cuadros que sólo son militantes de IU, en su mayoría independientes. El actual coordinador del partido ganó por los pelos al candidato alternativo del PCE, Enrique Santiago, exlíder de las Juventudes Comunistas. Sólo consiguió el 49,52% de los votos.

Alcaraz, que lidera la organización andaluza (tiene 11.900 de los 28.000 militantes del PCE), asegura que lo único que pretenden es que el PCE "sea un partido soberano dentro de una IU que sólo es un movimiento político y social, no otro partido". "Sólo cabemos todos si el PCE es un partido soberano e IU un movimiento político y social también soberano", dice.

Para recuperar de nuevo un "perfil propio" claramente comunista, el PCE lanzará una campaña de recuperación de la memoria histórica. Además, el tándem ha recuperado a Julio Anguita para la dirección y le ha encargado elaborar un manifiesto-programa que defina qué sentido tiene ser comunista en el siglo XXI.

Ese proyecto se conjuga con la necesidad de desmarcarse del PSOE, según el tándem. Alcaraz afirma que "IU sólo está haciendo política institucional, sin contacto con la sociedad, y da la impresión de que no estamos ni en el Gobierno ni en la oposición".

El temor a ser fagocitados por los socialistas es la mayor preocupación de la nueva dirección comunista. "Sólo tenemos el 5% de los votos y, si nos descuidamos, se van por el desagüe".

Llamazares replica que IU-ICV cambió de destino 712 millones de euros de los presupuestos generales. "Fueron para políticas sociales", recuerda. Y añade: "Estamos haciendo una oposición exigente, que fue el mandato que la asamblea de IU le dio a la dirección de IU a su Grupo Parlamentario".

IU también es soberana

El líder de IU-ICV asegura alegrarse del reforzamiento del PCE, aunque recuerda que IU también es soberana y que si alguien quiere cambiar la política a seguir tendrá que esperar tres años, hasta que se celebre la próxima asamblea.

Al PSOE le inquieta la situación por la que atraviesa el PCE y sus efectos sobre Izquierda Unida. Pero no en su dimensión parlamentaria. De los cinco diputados del grupo, se cuenta claramente con los dos de ICV (Joan Herrera y Carme García Suárez), se tiene en cuenta que la valenciana Isaura Navarro no es militante del PCE, sino de IU y como independiente, y se confía en que Llamazares mantendrá su apoyo crítico. Sólo el madrileño Angel Pérez podría seguir un comportamiento rupturista que, de momento, no se plantea. "Y ahora", asegura un diputado socialista, "las bajas se pueden suplir con los dos escaños del BNG".