El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha ordenado hoy el ingreso en prisión incondicional de los presuntos etarras Martín Sarasola e Ibon Portu por la explosión de una furgoneta en la T-4 de Barajas al haber encontrado "motivos bastantes de la participación de ambos en este atentado". Por estos hechos, que según el auto de prisión son constitutivos de los delitos de terrorismo, estragos y asesinato, el magistrado ordena la prisión sin fianza de Sarasola y Portu, detenidos el pasado día 6 en Mondragón (Guipúzcoa) y encarcelados desde entonces por orden del juez Fernando Grande-Marlaska.

De acuerdo con la resolución judicial, Sarasola sería quien aparcó la furgoneta en el estacionamiento de la T-4 para que estallara el 30 de diciembre de 2006, mientras que previamente Portu avisó telefónicamente de la explosión a la DYA, el diario Gara y los Bomberos de Madrid. Los presuntos etarras, que han comparecido ante Pedraz durante unos diez minutos cada uno, "no han negado los hechos", señala el auto, que agrega que se han limitado a acogerse a su derecho de guardar silencio.

El atentado contra la T-4 causó la muerte de los ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. Durante su comparecencia ante el juez, Sarasola y Portu se han negado a realizar las pruebas caligráficas y de voz que se les han requerido, así como a reconocer las imágenes en las que el primero de ellos aparece saliendo del aparcamiento de la T-4 un día antes de que estallara la furgoneta.

Sarasola, según fuentes jurídicas, se ha mantenido en silencio cuando se le ha preguntado si era él el que aparecía en los fotogramas del vídeo que grabaron las cámaras de seguridad del aparcamiento, en las que sale con una muleta y ataviado con peluca y mascarilla, tras dejar el coche-bomba y accionar el temporizador. Por su parte, Igor Portu se ha negado a realizar la prueba de voz para establecer si la suya es la misma que la grabación que tiene la policía de la llamada realizada al parque de bomberos de Madrid avisando de la colocación de la bomba en el aeropuerto.