Después de la era glacial, llega el deshielo. Si Mariano Rajoy solo ha hablado con Carles Puigdemont en broma (en la broma telefónica que le hizo un imitador de una emisora catalana), Pedro Sánchez está dispuesto a hablar en serio con el 'president'. Lo ha demostrado con la reunión que han mantenido este martes en la Generalitat. "Espero que sea la primera de otras muchas y que se produzca un deshielo entre la Generalitat y el Gobierno español y la política española", ha señalado el presidenciable socialista.

"Me gustaría que el señor Rajoy tuviera también una reunión con Puigdemont, llega tarde... como en muchas otras cosas", ha ironizado Sánchez tras el encuentro. Por mucho que Francesc Homsofreciera en el debate de investidura los apoyos de Democràcia i Llibertat a cambio de un referéndum, el 'president' y el presidenciable han querido reiterar que la investidura española no había estado sobre la mesa. El PSOE no va a poner en peligro su relación con Ciudadanos, que al conocer la reunión ya le advirtió que romperían su enlace si se flirteaba de algún modo con el referéndum. Pero sí considera vital normalizar las relaciones.

El debate en la Generalitat ha durado una hora y cuarto y ha girado exclusivamente sobre la realidad catalana. En este punto, Puigdemont le ha afeado que hubiera hablado de "crisis de convivencia" en Cataluña. "Le ha transmitido el malestar del Govern por decir que había un supuesto problema de convivencia. No hay un problema. Un 80% de catalanes está favor de un referéndum y un 87,6% dice que aceptaría el resultado de ese referéndum", ha explicado Neus Munté, portavoz del Govern.

En un ambiente de "amabilidad y hospitalidad", el 'president' también le ha pedido al candidato un posicionamiento público contra la judicialización de la consulta del 9-N y un compromiso de que, en caso de llegar a la Moncloa, la inmersión lingüística no estaría en riesgo (Ciudadanos y PSOE hacen lecturas distintas del acuerdo al que han llegado en este aspecto). Pese a estos puntos de fricción, Munté ha agradecido en nombre del Govern el gesto de propiciar esta reunión, una "primera diferencia entre Rajoy y Sánchez".

Puigdemont ha vuelto a defender el referéndum, opción que Sánchez ha vuelto a desdeñar, ofreciendo como alternativa a una "hoja de ruta ilegal y unilateral" la reforma federal de la Constitución, una renovación del marco de convivencia. "A mi juicio, el orden de los factores sí altera el producto. Puigdemont quiere votar para romper, pero yo quiero lo contrario: acordar y después votar" una nueva Constitución y un nuevo Estatut para Cataluña.Aunque en las últimas semanas figuras como Artur Mas, Homs o este martes el 'exconseller' Mas-Colell hablan más de referéndum que de la desconexión exprés, Munté asegura que esto no responde de ningún modo a un cambio de criterio de Convergèncias en esta materia. "La idea del referéndum no la hemos abandonado nunca, pero al lado del referéndum damos pasos de la hoja de ruta soberanista. En ningún momento estos 18 meses se deben convertir en un elemento que nos ate de pies y manos", ha dicho en referencia a las declaraciones de Mas-Colell, que considera que esta "cuenta atrás" es un "factor distorsionador" y que genera "tensiones innecesarias".

Tensiones innecesarias que Puigdemont y Sánchez han tratado de evitar. Pese a que las posiciones de ambos son muy claras, los dos interlocutores han agradecido el "clima de respeto" que ha presidido la charla. Mientras el secretario general del PSOE ha querido destacar que se puede hablar "de todo dentro de la legalidad", desde el Govern han aplaudido la voluntad de dialogar "sin líneas rojas". El líder socialista ha reclamado poner fin a los cuatro años de "bloqueo institucional", se ha mostrado receptivo a abordar la lista de 23 puntos que Mas le presentó en su día a Rajoy y a recuperar la comisión bilateral Estado-Generalitat.

Se ha mostrado especialmente interesado en las situación de la finanzas de la Generalitat, punto en el que Puigdemont le ha desmenuzado las "condiciones humillantes" del FLA. La Generalitat considera que el Gobierno central debería dejar en el 0% de nuevo el interés que percibe por el FLA, medida supondría un ahorro de 380 millones para las arcas catalanas. Una petición que el 'vicepresident' y 'conseller' de Economia de la Generalitat, Oriol Junqueras, le volverá a reclamar el viernes en Madrid al ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro. Sánchez ha tomado nota y le ha reiterado a Puigdemont que una de sus prioridades sería un nuevo sistema de financiación. Entre esos "muchísimos elementos en los que se pueden entender Gobierno y Generalitat" están también las inversiones que el Estatut contempla y que el Gobierno "debe cumplir", el reparto "equitativo" de los objetivos de déficit, "activar" el corredor mediterráneo o "la agenda social"."Cuando se inicia una etapa de deshielo se encuentran soluciones", ha sentenciado el secretario general del PSOE.