Para abatir al enemigo común, la ideología puede ser un estorbo. Al menos, así parecen opinar los sindicatos Confederación Española de la Policía (CEP), conservador, y Unión Federal de la Policía (UFP), de izquierdas, que de algún modo han resucitado la extinta pinza PP-IU. Ambos se han aliado para arrebatar al histórico Sindicato Unificado de Policía (SUP) la mayoría del Consejo de este cuerpo. Las elecciones, con 70.146 agentes convocados, serán el 16 de mayo.

En los últimos tiempos los sindicatos policiales han entrado en la arena política como nunca. Ellos justifican esta injerencia en que los políticos han convertido a la policía en arma arrojadiza, y ponen como ejemplo el 11-M y los casos Bono y ácido bórico. Por eso, ante las elecciones, la CEP y la UFP han aparcado sus profundas diferencias con tal de abatir al SUP (que en el 2003 logró cinco de los 12 vocales del Consejo de la Policía), al que achacan el grueso de los males del cuerpo y un "total entreguismo al Gobierno de turno".

En algunas convocatorias anteriores, la UFP (12.500 afiliados) se presentó de la mano del SUP (29.000 afiliados), la primera afín a UGT y la segunda, a CCOO. Y es que los sindicatos de clase, aunque por ley no pueden actuar en la policía, tienen mucha influencia en el cuerpo.

CRUCE DE REPROCHES El secretario general del SUP, José Manuel Sánchez Fornet, acusa a la UGT de alentar el pacto de la UFP y la CEP para "pasar factura al Gobierno". "Siempre ha intentado controlarnos, y como no puede ahora se une a la extrema derecha", comenta. Pero el secretario general de la UFP, Fernando Vázquez, dice que sus asociados se alían con la CEP porque están "hartos de que la mayoría del SUP durante 20 años haya dado como resultado que la policía sea el cuerpo peor pagado".

Vázquez, en sincronía con la CEP (20.000 afiliados), acusa al SUP de estar al servicio del poder y de aceptar "pactos a la baja". Según el líder de la federación conservadora, Ignacio López, "su único afán es colocar a sus amiguetes en los altos cargos del cuerpo". Para el SUP, esta alianza pasará factura a sus promotores y no tendrá consecuencias en las elecciones del 16 de mayo.

Fornet responde que, salvo durante cuatro años, la mayoría en el Consejo de la Policía la han tenido los sindicatos que ahora se unen. Además, rechaza que el SUP dependa del PSOE o que haya sido benevolente con el PP. Y asegura que hace unos meses la UFP ofreció un pacto al SUP, que lo rechazó porque quería pactar comunicados y subir cuotas.