Josep Piqué desembarcó ayer por sorpresa en la campaña gallega para pedir a los gallegos que no corran el 19-J "el riesgo de experimentos" como el catalán. "No reproduzcáis los desastres que otros gobiernos hacen en otros sitios, como en mi tierra", aconsejó.

El presidente del PP catalán arropó a Manuel Fraga y Mariano Rajoy en Lalín (Pontevedra). Puso al tripartito catalán como ejemplo de Gobierno que se entretiene en "debates identitarios" en vez de solucionar problemas de la gente. "Esconden su incompetencia tras una bandera", aseveró, antes de poner a Fraga como ejemplo de "compromiso compartido entre España y Galicia".

Pero la preocupación de Fraga era otra: deshacer su desastre del sábado, al equiparar la fiabilidad de las encuestas a cuando se "pregunta a una mujer con cuántos hombres se acuesta". El PP introdujo una novedad en el mitin. Arrancó con una joven subida al estrado que, "como mujer", agradeció a Fraga todo lo que ha hecho "por la igualdad" de sexos.

Fraga prometió dar a las mujeres del ámbito rural "la preferencia absoluta" y favorecer su acceso a la misma jubilación y subsidio de paro que sus maridos. Rajoy centró sus dardos en Zapatero. "Para qué tiene la cabeza. No es un adorno, está para utilizarla", le espetó.