Prueba superada. La agresiva campaña contra el Estatut ha pasado una mínima factura al PP de Cataluña, que ayer solo perdió un escaño de los 15 que tenía. Josep Piqué celebró el resultado pegado al móvil. Al otro lado, un Mariano Rajoy exultante festejaba la leve caída pensando en las elecciones generales y viendo cómo, según él, el efecto Zapatero se desvanece. Ni en sus días más optimistas Piqué pensó que su partido caería únicamente un escaño. Sobre todo, los meses en que sus compañeros de filas de Madrid aseguraban que la Carta Autonómica se redactaba bajo la tutela de ETA (lo dijo Angel Acebes) y el PP andaluz hacía publicidad con mensajes claramente anticatalanes. El candidato popular compareció "satisfecho" y "muy contento" por el apoyo de su electorado, tradicionalmente fiel: "El voto del PP es absolutamente sólido. Las cosas, cara al futuro, nos pueden ir bien".