"El pasado es ayer y pasado está; el presente es hoy, pero es la fugaz consecuencia del pasado, y solamente el futuro nos pertenece". Con estas palabras, el teniente general Pedro Pitarch Bartolomé tomó posesión ayer en Sevilla como jefe de la Fuerza Terrestre en sustitución de José Mena Aguado, el general destituido por sus críticas al Estatuto catalán. El hasta ahora director general de Política de Defensa resaltó su "plena subordinación" al Gobierno, su "lealtad absoluta" al Rey y el "inequívoco" compromiso de los militares con la Constitución, y no hizo referencia alguna a su antecesor, quien, en contra de lo habitual, no acudió al acto de relevo.

En el acto, que tuvo lugar en la Capitanía Militar de Sevilla, Pitarch explicó que el nuevo cargo "colma y culmina las apetencias profesionales más audaces que pudiera imaginar un soldado" y aseguró compartir la idea de España que el Rey expuso en su discurso en la Pascua Militar, aludiendo a "su rica diversidad y pluralidad, con sus variadas tierras, tradiciones y virtudes".