El escándalo por las obras de su casa, llevadas a cabo por una constructora y todavía no pagadas, le costó ayer a Joan Ignasi Pla el cargo de secretario general de los socialistas valencianos. Después de asegurar el pasado miércoles que todo era "un montaje", y de pedir tiempo a la ejecutiva del PSPV para tomar la decisión final, Pla presentó ayer su dimisión.

El exlíder del PSPV insistió en presentarse como víctima de "una campaña de acoso y derribo", la "mayor contra un líder político que se ha conocido en la historia reciente", llevada a cabo "por un gran grupo mediático", en referencia al Grupo Prisa, cuya cadena de radio, la SER, lanzó la primicia el martes pasado.

Pla afirmó sentirse "la diana de esta operación" y, aunque dijo tener "una intuición" sobre los responsables de la maniobra, no reveló su identidad. En una alusión velada los acusó de "no dar la cara" y creerse que "todo vale para conseguir sus objetivos". Tras reiterar su inocencia y quejarse de que "no han querido escuchar" sus explicaciones", Pla, explicó, se ofrece en "sacrificio" para "que se deje de vilipendiar al socialismo valenciano".

SIN PREGUNTAS Sin corbata, serio, tranquilo y, contra su costumbre, en una intervención en catalán y sin preguntas, Pla ironizó sobre su protagonismo estos días en unos medios --los del Grupo Prisa-- que "como candidato" a presidir la Generalitat "nunca" tuvo. Pla anunció que estudiará el inicio de acciones legales para restaurar su "honor", ante los ataques "de los que tienen los medios pero no la razón". Mientras, seguirá al frente del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas. El PSPV será pilotado hasta el congreso que elegirá nuevo líder por una gestora encabezada por el expresidente de la Generalitat y actual senador Joan Lerma.

El proceso se prevé difícil si se confirma que detrás del escándalo hay personas cercanas al exministro Jordi Sevilla, como apuntan muchos dirigentes actuales del PSPV. Sevilla recibió un aparente y sorprendente espaldarazo del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para preparar la sucesión de Pla tras la derrota en las autonómicas de mayo. El apoyo presidencial nunca fue ratificado y las resistencias al liderazgo de Sevilla se pusieron de manifiesto en junio en una reunión de la ejecutiva del PSPV, que apoyó la hoja de ruta marcada por la dirección central del PSOE. Según esta, Pla dirigiría el PSPV hasta las generales, tras las cuales se celebraría un congreso.

Las intenciones de la cúpula del PSOE son presentar como cabeza de lista a María Teresa Fernández de la Vega. Si no hay cambios, su candidatura se hará pública este sábado. Lejos de censurar a Pla, el PSOE elogió ayer su decisión de dimitir pese a "no haber sido acusado de ningún delito". El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, contrapuso la actitud de Pla a la de "decenas" de cargos del PP valenciano que "no dimiten aunque pesen sobre ellos acusaciones de delitos".