El PP está convencido de que su anunciada reforma fiscal, con la que se eximiría a pensionistas y mileuristas de pagar IRPF, supondrá un revulsivo para el consumo y que, por tanto, beneficiará a todos, incluidas las autonomías. Por eso apuesta por implicarlas en su plan fiscal, incluidos los costes que pueda acarrear. Dicho de otro modo, la pérdida de ingresos que generará a las comunidades la rebaja del IRPF, tributo del que obtienen un 30% de la recaudación.

Según explicó a este diario el responsable del área económica del PP, Miguel Arias Cañete, su propuesta de liberar del IRPF a quienes ganen menos de 16.000 euros al año cuenta ya con el respaldo de las autonomías del PP. Y si ganan las elecciones, añadió, se reunirá el Consejo de Política Fiscal y Financiera para "dialogar e intentar llegar a un acuerdo" con las comunidades socialistas, señalando que, si hay voluntad, habrá compensaciones.

LOS BENEFICIOS Arias Cañete considera que una reforma impositiva "profunda" exigirá, además, revisar el vigente sistema de financiación autonómica y el reparto de ingresos públicos entre administraciones.

En este contexto, el dirigente popular sacó a colación que las comunidades autónomas del PP han acatado la reforma del vicepresidente económico, Pedro Solbes, "pese a que no ha habido ni diálogo ni compensaciones". Asimismo, puso en duda que los socialistas puedan explicar a sus votantes "que se niegan a ayudar a los mileuristas y que, sin embargo, apoyaron una reforma de Solbes que permitió rebajar en un 30% la tributación de los que dan pelotazos en bolsa".

Cañete resaltó que, en lo que va de año, los españoles han visto reducido en 1,2 puntos el poder adquisitivo de sus sueldos, a lo que se añade uno de los niveles de inflación más altos de la Unión Europea. Esos datos, según el exministro, justifican una reforma como la presentada por Mariano Rajoy.