Las relaciones entre el PSOE y el PNV, que parecían haberse reconducido tras el acuerdo inicial en el blindaje del cupo vasco, se volvieron a tensar ayer por la inesperada detención de diez dirigentes aberzales --entre ellos Arnaldo Otegi-- acusados por el juez Baltasar Garzón de querer resucitar a Batasuna instigados por ETA. La fuerza nacionalista subió el tono en un tema siempre sensible en su estrategia electoral y acusó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y por derivación al de Patxi López, de no querer la paz en Euskadi.

Según fuentes policiales, Otegi y sus compañeros fueron arrestados mientras ultimaban una nueva propuesta de paz, teledirigida por la banda terrorista. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, mostró durante un acto en Madrid su "preocupación e inquietud" por las detenciones, alegando que le gustaría hacer política en el País Vasco "sin condicionamientos de ningún tipo". Urkullu se preguntó por la oportunidad de la operación policial y reclamó "todas las garantías procesales" para los acusados. El senador del partido, Iñaki Anasagasti, rompió una lanza a favor de Otegi, al que señaló como la persona "que más quiere forzar la situación para conducir al mundo aberzale por las vías políticas". "Si se le detiene y se le lleva esposado, es complicado que lidere", apuntó. Más vehemente fue el portavoz del PNV en el Parlamento vasco, Joseba Egibar, que aseguró que se ha detenido a "personas que apuestan por las vías pacíficas, en lugar de por la lucha armada". Por lo que concluyó que quienes actúan contra ellos "no quieren que ETA desaparezca".

Las detenciones no solo provocaron reacciones verbales. La izquierda aberzale anunció movilizaciones para hoy y mañana y Batasuna, que sigue siendo legal en Francia, denunció que el Estado español "apuesta por la guerra". El sindicato LAB, que hasta ahora no se había visto envuelto en ninguna operación policial, aseguró que el objetivo de Garzón era evitar el inicio de un nuevo proceso de paz. "La operación ha sido una actuación política contra políticos", aseguró un portavoz. La plana mayor de LAB se reunió en la sede que fue escenario de la operación policial del martes para convocar una protesta.

CONTRA DELINCUENTES El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, exhortó al mundo aberzale a "elegir entre política y violencia". Un llamamiento al que se unió el Gobierno vasco. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, recordó que los detenidos "trataban de reconstituir una organización ilegal y su aparato de dirección". La portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, aconsejó a la izquierda radical vasca que, si quiere hacer política, "debe crecer, hacerse mayor de edad y alejarse de la violencia". "En este país no se ilegalizan ideas, sino a los delincuentes", concluyó.