El mensaje del PNV en el cierre de campaña no dejó lugar a dudas: existe un "pacto de Estado" entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, una "alianza no confesada" para desalojar a Juan José Ibarretxe. Con este aviso, el PNV urgió a votar por Ibarretxe porque, como dijo Joseba Egibar, el lunes será tarde para lamentar que las decisiones sobre Euskadi se tomen en Madrid.

Y es que el PNV ha interiorizado como nunca la posibilidad de perder el Gobierno vasco. Su presidente, Iñigo Urkullu, denunció ayer el "cálculo electoral" que ha existido tras la decisión de impedir que la izquierda aberzale concurra a las urnas. Subrayó que solo existe "una manera" de que el candidato socialista Patxi López se convierta en lendakari y esa forma es sumarse al PP.

"Euskadi es una cuestión de Estado para el PSOE y el PP", dijo Urkullu tras acusar a López de ocultar en la campaña sus intenciones o, todo lo más, disimular su disposición a recoger los votos que le dará Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco.

Presentado como paradigma de "experiencia, seguridad, garantia y compromiso" por Urkullu, Ibarretxe recordó que los socialistas en Navarra siguieron las instrucciones del partido en Madrid. Tampoco quiso descuidar su compromiso de hablar con todos para lograr la paz y anunció que, aunque no estén en el Parlamento, seguirá dialogando con la izquierda aberzale.