El PNV apuesta por transmitir un mensaje de cohesión interna mientras se esfuerza en tender puentes entre las dos sensibilidades que coexisten en la formación. Después de la reunión mantenida por su ejecutiva el lunes, en la que se avanzó en la búsqueda de un candidato de consenso para presidir el partido, el portavoz de este órgano, Iñigo Urkullu, negó que existan dos sectores diferenciados con opiniones distintas. A lo sumo, puede haber discusiones "sobre la estrategia a seguir", explicó.

La redacción de la ponencia, que debe marcar la línea estratégica del partido para los próximos años, es un buen ejemplo de este esfuerzo por tender puentes entre las dos sensibilidades peneuvistas. Aún en elaboración, el texto quiere integrar a todas las sensibilidades, tanto soberanistas como pactistas.

El portavoz nacionalista reveló que el Gobierno vasco y el PNV "irán de la mano" en el próximo pleno de política general, donde se espera que el lendakari, Juan José Ibarretxe, concrete su postura sobre el referendo anunciado para esta legislatura.

DESLEALTAD DE EA Y EB Urkullu informó de que la ejecutiva peneuvista también analizó las discrepancias surgidas entre los socios del tripartito vasco. Insistió en sus críticas a Eusko Alkartasuna (EA) y a Ezker Batua (EB) por su "deslealtad" hacia Ibarretxe por haber intentado "marcarle el camino" con una encendida apuesta por la celebración de la consulta. Pero aseguró que el pacto de gobierno no está en peligro, y confió en que la situación se recomponga.