El portavoz parlamentario del PNV, Josu Erkoreka, está seguro de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no anticipará las elecciones porque "no tiene alma de suicida". Su afirmación parte de la convicción de que una convocatoria ahora o en fechas inmediatas supondría para el PSOE y para el jefe del Gobierno exponerse a un más que probable "fracaso", un riesgo que los socialistas intentarán evitar a toda costa.

También descarta que Zapatero llegue a someterse a una moción de confianza, "que estaría abocado a perder", y menos aún que el PP opte por registrar una moción de censura. Según Erkoreka, los populares saben muy bien que "nadie" y, por tanto, tampoco el PNV, daría hoy su voto a una candidatura alternativa presidida por Mariano Rajoy.

La conclusión a la que ha llegado Erkoreka es que Zapatero hará "lo indecible" para que se respete el calendario electoral. Eso no disgusta al PNV, y es en ese terreno donde jugará todas las bazas posibles. Porque, según dijo Erkoreka, el reciente voto negativo al tijeretazo no les condiciona el futuro.

De hecho, y aunque el propio líder peneuvista, Iñigo Urkullu, insistía ayer en que la forma de hacer política de Zapatero "está agotada", su portavoz en el Congreso confirmó que la relación entre los nacionalistas y el Gobierno "no ha cambiado". Esto es, continúa en vigor la disposición a negociar una a una las distintas iniciativas que el Ejecutivo presente y, más en concreto, los presupuestos del 2011.

Aunque reconoció que el actual panorama político y la evolución de la economía "no invitan" a respaldar las cuentas del próximo año, Erkoreka anunció que analizarán los pros y contras para ver si es viable "un planteamiento constructivo" o, lo que es lo mismo, si logran rascar algo en defensa de lo que estimen como los "intereses vascos".

El dirigente nacionalista evitó vaticinar cuál será la posición del PNV sobre la reforma laboral si, como todo apunta, Zapatero decide aprobarla por su cuenta y vía decreto el día 16. Avanzó que, de lo conocido, algunos puntos les desagradan, pero otros son imprescindibles, aunque no aclaró cuáles. En todo caso, Urkullu apeló ayer directamente a Zapatero para que informe a los grupos parlamentarios antes de adoptar decisiones.

EN CONTRA DE LA HUELGA Urkullu, por su parte, sí confirmó su rechazo a la huelga general anunciada por los sindicatos. Dijo que una medida de ese tipo "ni es lo más edificante, ni coadyuva" a la estabilidad en estos momentos. Por eso, y tras apuntar que España es el "eslabón débil" del euro, matizó que su partido está dispuesto a "trabajar por la estabilidad".