Se desveló la incógnita. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, aprovechó el Alderdi Eguna, la fiesta anual del partido, para confirmar que Juan José Ibarretxe será, por cuarta vez, el candidato a lendakari en las elecciones autonómicas del próximo mes de marzo. Lo hizo después de concluir el discurso repartido a los medios de comunicación y con el confesado objetivo de poner fin a la imagen de división interna del partido y a las continuas especulaciones sobre las dudas de la dirección peneuvista en torno a la figura del hoy inquilino de Ajuria Enea.

Las palabras de Urkullu confirmaron que la desazón interna en el PNV había alcanzado tal nivel los últimos días, a raíz de la polémica por la consulta que Ibarretxe quiere plantear a la ciudadanía vasca, que la ejecutiva decidió a última hora cortar por lo sano. La dirección había detectado que la imagen del partido y la del propio Ibarretxe se resentían de manera preocupante, sobre todo después de que una intervención de Urkullu en un foro público se interpretase como un aviso al lendakari sobre las condiciones para su confirmación como cabeza de cartel.

Las palabras de Urkullu ayer fueron precisamente en sentido contrario. Presentó a Ibarretxe como un "valor político" para el PNV, como alguien capaz de "afrontar los problemas cuando aparecen" y de comprometerse con "el futuro, el bienestar y el autogobierno".

Parte de la militancia coreaba el nombre de Ibarretxe mientras Urkullu explicaba que, aunque la ejecutiva le avala como candidato, el partido respetará el proceso interno y enviará a las bases una propuesta "con una serie de nombres" para que puedan "añadir más" antes de votar.

UNIDAD El de ayer era también el primer discurso de Urkullu como presidente del partido en las campas de Foronda (Alava) y se esmeró bastante en trasladar una imagen de "unidad" al subrayar la importancia de contar con "una estrategia y con un solo proyecto compartido". Reconoció, de hecho, que el "pulso interno" no ha atravesado por los mejores momentos.