La prudencia dominó ayer entre los dirigentes del PNV a la hora de concretar las expectativas que abre la renuncia de Josu Jon Imaz a optar a la reelección como presidente del partido. En espera de la decisión que pueda adoptar Joseba Egibar ante la retirada de su más directo contrincante, círculos peneuvistas de Guipúzcoa expresaron sus reservas ante la posibilidad de que el actual portavoz de la ejecutiva y presidente del PNV en Vizcaya, Iñigo Urkullu, pueda convertirse en candidato de consenso.

Cargos intermedios de los peneuvistas guipuzcoanos dieron por hecho que siendo el sector soberanista el que "ha ganado" la batalla interna, su voz tendrá que ser determinante a la hora de buscar un acuerdo sobre la persona que deberá dirigir el partido en los próximos años.

Las mismas fuentes consideraban que el presidente de la ejecutiva de Alava, Iñaki Gerenebarrena, afín a Egibar, tiene la misma "legitimidad" que Urkullu para presentarse como una "tercera vía" que apacigüe las procelosas aguas internas.

En círculos críticos con Imaz se censuró "la prisa" con la que el nacionalista diario Deia ungía ayer en su portada a Urkullu como sucesor. El portavoz del Euskadi Buru Batzar (EBB), la ejecutiva peneuvista, guardó silencio a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos.

HORAS DECISIVAS Desde la sede central del PNV en Bilbao se apuntaba que las próximas 48 horas serían capitales. Este plazo tenía en cuenta que a última hora de hoy acaba el plazo para que los candidatos a presidir el partido presenten las firmas de aval de los afiliados. Este es uno de los dos procedimientos, pues las juntas municipales pueden también proponer aspirantes y, según el complejo calendario interno, lo harán en la primera quincena de octubre.

Si los seguidores de Egibar renuncian ahora a presentarle como candidato estarían brindando una oportunidad para que se continue trabajando las próximas semanas en pos de una candidatura de consenso, que preserve la unidad reclamada por Imaz en su carta de renuncia.

En pos de ese acuerdo, los contactos entre los dirigentes fueron continuos. Solo dos miembros de la ejecutiva, José Antonio Rubalkaba, y el presidente de los peneuvistas en Navarra, José Angel Agirrebengoa, rompieron el hermetismo para elogiar la "noble y honrosa" decisión de Imaz.

También fue elogiosa para Imaz la escueta manifestación del secretario general de la patronal vasca, Confebask, José Guillermo Zubia. Aunque evitó comentarios políticos, reconoció la inquietud en círculos empresariales por las consecuencias que pueda tener la renovación del liderazgo en el PNV y, más aún, las repercusiones que puede tener en las iniciativas soberanistas de Juan José Ibarretxe.

HOJA DE RUTA El lendakari aprovechará el debate de política general del próximo día 28 para presentar la que será la hoja de ruta del Gobierno vasco hasta el final de la legislatura en el 2009. Se ha especulado con la posibilidad de que Ibarretxe conecte su iniciativa a la celebración de un referendo, ya que en su primera intervención tras el verano volvió a defender "el derecho a decidir" de los vascos y su propósito de "dar la palabra" a los ciudadanos. El alcance que tenga la propuesta política servirá para medir el grado en que puedan verse afectadas las relaciones con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.