El PNV se mantuvo ayer dentro del discurso mayoritario al exigir a ETA el cese total de su actividad. E incluso dio un paso más allá al aseverar que la confusa prosa del comunicado etarra desvela la "incapacidad" de la banda para asumir su "rotundo fracaso". Lo que no fue obstáculo para que hiciese un guiño a la izquierda aberzale a la que, tras recordarle que tiene la oportunidad de plantarse ante ETA y convertir en "irreversible" su apuesta por las vías políticas, le aseguró que defenderá la "participación" de todas las "sensibilidades ideológicas" a la hora de trabajar por "el futuro" de Euskadi.

Esta última afirmación supone que el PNV no vincula la tregua de la organización terrorista a la aspiración de los aberzales de poder presentarse a las elecciones con sus listas. No obstante, sí demandó una clarificación pública a los seguidores de Batasuna, que hoy se pronunciarán en rueda de prensa, para que "pongan en práctica" las reflexiones a favor de la política que les han trasladado en los encuentros mantenidos.

En todo caso, el PNV no está por propiciar ningún diálogo político con protagonismo de ETA y, de momento, se situará a la espera de acontecimientos porque se especula que en breve la banda podría clarificar los términos de su parón.

DEUDA DE PAZ Lo que sí quisieron los peneuvistas es dar solemnidad a la declaración pactada por la ejecutiva y pospuesta durante 24 horas para no dar trascendencia política a un pronunciamiento etarra sin novedades. El propio presidente del partido, Iñigo Urkullu, se encargó de leer el texto de un folio durante una comparecencia en la que tampoco se admitieron preguntas, pero que se inició con una frase redonda: "La sociedad vasca no debe nada a ETA. ETA debe a este pueblo la paz".

El texto aprobado por el Euskadi Buru Batzar (EBB) apunta que los amenazados habrán sentido "alivio", pero señala que no es de recibo "jugar con la ambigüedad". Por ello, pide también el cese de todas las actividades de ETA, "no solo las ofensivas", citando en concreto las cartas de extorsión a los empresarios, las amenazas y las denominadas "tareas de aprovisionamiento".

UNIDAD Por su parte, el lendakari Patxi López subrayó la importancia de la "unidad" en la respuesta a la banda. De hecho, se felicitó porque en esta ocasión no se han producido salidas de tono y nombró a dos partidos: el PP y el PNV. López insistió en calificar de "insuficiente" tanto el anuncio de ETA como la primera opinión de la izquierda aberzale al considerar "incuestionable" el valor del pronunciamiento de los encapuchados.

En una entrevista en la radio pública vasca, López dejó claro que contra lo pretendido por la banda, "la pelota sigue estando en el tejado de ETA" porque será incompatible hablar de "proceso democrático" mientras exista la organización.

Poco después, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, aseguró que el alto el fuego es una "tregua electoral" porque ETA quiere "colarse" en las municipales. Y exigió que no se dé a los radicales "ninguna esperanza" de lograr su objetivo.