A por la mayoría absoluta. El PNV se lanzó ayer de lleno a lo que será su fijación de aquí al próximo mes de mayo: lograr 38 parlamentarios en las elecciones autonómicas (ahora, con Eusko Alkartasuna e Izquierda Unida, suman 36). El objetivo es garantizar que en la próxima legislatura la Cámara vasca apruebe el plan Ibarretxe .

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, dio ayer el pistoletazo de salida en la celebración del Alderdi Eguna (Día del partido), que tuvo lugar en las campas de Foronda (Alava). Imaz reclamó a los suyos que se "movilicen" en busca del voto. También Juan José Ibarretxe pidió esfuerzo a la militancia y, como hiciera en el Parlamento el pasado viernes, subrayó: "Vamos a decidir y no nos lo va a impedir nadie".

Aunque todavía no se ha consumado el rechazo a la propuesta de nuevo Estatuto del lendakari, el PNV asume que, en la votación de diciembre, sólo conseguirá los 36 votos de la alianza gubernamental. De ahí que los peneuvistas sólo piensen ya en las próximas elecciones.

"NO ES EMPECINAMIENTO" "No podemos permitir que el inmovilismo, ni el centralismo negador de nuestros derechos colectivos, ni mucho menos la violencia de ETA, nos impidan avanzar y decidir nuestro futuro", dijo Imaz en su estreno como presidente del PNV en la fiesta anual del partido. Además, justificó el empeño en conseguir éxito para el plan soberanista de Ibarretxe: "No es empecinamiento, es voluntad democrática".

A punto de cumplirse los 25 años del Estatuto de Gernika (se aprobó en octubre de 1979), Imaz acusó al Gobierno central de haber "roto" el pacto firmado entonces cambiando las reglas de juego "a su antojo" y laminando de forma permanente el autogobierno del País Vasco. "Queremos un nuevo Estatuto con garantías", reclamó.

AVISO A ZAPATERO Imaz aprovechó también para situar al PNV en el debate sobre la reforma constitucional y enviar un aviso al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Nunca aceptaremos una Constitución que no nos reconozca el derecho a decidir", sentenció.

El presidente peneuvista reivindicó, entre los aplausos de los presentes, el carácter "voluntario" de la participación de los vascos en un proyecto de Estado. Recordó que las constituciones de 1812, 1931 y 1978 no contaron con el apoyo mayoritario de la sociedad vasca por ignorar esa exigencia.

El lendakari Ibarretxe preguntó, por su parte, "qué demócrata se puede oponer" a que los vascos decidan su futuro. Como ya aseguró el pasado viernes ante la Cámara legislativa de Vitoria, Juan José Ibarretxe confirmó que convocará un referendo si las Cortes rechazan su proyecto de Estatuto, aunque no precisó la fecha.