El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, consideró que los jueces harían el "ridículo" si toman medidas en contra de las personas que se reúnan con Batasuna, por estimar que el diálogo entre todos los partidos es indispensable para alcanzar la paz. Los socios del PNV en el Gobierno vasco respaldaron esta postura, y también el PSE declaró que no hay delito en mantener un encuentro con dirigentes de Batasuna, como prevén hacer en las próximas semanas.

La decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco de admitir a trámite la querella del Foro de Ermua contra el lendakari, Juan José Ibarretxe, y los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Juan José Petrikorena, por la reunión que celebraron en abril pasado encontró una respuesta similar de todos los partidos con representación parlamentaria, salvo el PP. Pero Imaz fue más allá: "En los últimos doce meses me he reunido en más de diez ocasiones con Batasuna". E incluso avanzó que en los próximos días mantendrá un nuevo encuentro.

Sus socios en el Ejecutivo mantuvieron el mismo discurso. El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, de Eusko Alkartasuna, afirmó que "hablar nunca es delito" y resaltó que actuaciones de estas características en nada benefician a un proceso de paz. Y el portavoz de Ezker Batua, Mikel Arana, aseguró que la presentación de la querella por el Foro Ermua "es una aberración democrática con una clara intencionalidad política".

RESPUESTA DEL PSE Los socialistas vascos mantienen también su cita con representantes de la izquierda aberzale convencidos de que no cometen ninguna ilegalidad, según dijo su secretario de Organización, Rodolfo Ares. En respuesta a la demanda del Foro Ermua, que pedía suspender esa entrevista, Ares dijo que el PSE no va a admitir que nadie les diga qué tienen que hacer.