El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, dio ayer un toque de atención al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que advirtió que es urgente acelerar el acercamiento de presos a Euskadi para "bajar la presión" en el entorno radical. Esta petición pública altera la pauta de discreción de los peneuvistas, confiados de que en agosto se produciría un movimiento significativo de presos de ETA a Euskadi.

Imaz y el lendakari, Juan José Ibarretxe, ya habían trasladado en privado a Zapatero la conveniencia de materializar gestos que ayudaran a alimentar el optimismo ciudadano sobre el proceso de paz. El acercamiento de presos, reiteradamente reivindicado desde el Parlamento vasco y en las calles de Euskadi, era el modo más visible de confirmar que estaba en el buen camino.

Pero agosto se cierra sin novedades. El PNV, consciente de que el ambiente es cada vez más propicio a los sectores más radicales y de que el desánimo por falta de novedades cala en otros frentes, aprovechó la primera reunión de su ejecutiva para instar al Gobierno a poner en marcha el acercamiento. Imaz justificó que hay "circunstancias temporales" que aconsejan la medida.

ALIVIAR EL AMBIENTE El PNV considera necesario combatir el mensaje pesimista de ETA que, en su último comunicado, habló de "la crisis" del proceso de paz. De hecho, el viernes en Zarautz (Guipúzcoa) Imaz se centró en asegurar que las cosas "van bien" aunque los ciudadanos no lo puedan ver. El consejero de Justicia vasco, Joseba Azkarraga (EA), aseguró ayer que "lo peor" es dudar de la buena marcha de los acontecimientos y abogó por reforzar "la confianza" de los ciudadanos en el logro de la paz.

Los nacionalistas conocen además la tensión que lo relacionado con los presos genera en la izquierda aberzale y el malestar existente por la falta de novedad en la política penitenciaria. Imaz admitió que hablar de los presos es adentrarse en un "ámbito complejo". Sin embargo, defendió que garantizar el cumplimiento de las condenas cerca del entorno familiar en el País Vasco es "cumplir la legalidad" y admitió que dar pasos en ese terreno puede contribuir a que se alivie el ambiente entre los radicales.

El endurecimiento del discurso en los dirigentes de Batasuna coincide con la desazón que causa en las bases radicales comprobar que el alto el fuego no ha beneficiado a los presos.

VISITA DE BLAIR Zapatero se reunirá a principios de octubre en la Moncloa con el primer ministro británico, Tony Blair, con quien analizará el proceso de paz a los seis meses del alto el fuego. El premier ve "similitudes" con el final del IRA.