No les cree nadie o al menos, ninguno de los partidos con mayor representación y fuerza en Euskadi. Porque ni el PNV, ni el PSE ni el PP dieron ayer la mínima fiabilidad a la última y enésima oferta que el sábado lanzó la izquierda aberzale a favor de un proceso que abra "sin violencia" la negociación entre el Gobierno y ETA para resolver el problema vasco. Solo Ezker Batua (EB), marca vasca de IU, y Eusko Alkartasuna (EA) consideraron "importante" el paso dado por los herederos de la ilegalizada Batasuna, lo que abre la puerta a que el partido que fundó Carlos Garaikoetxea colabore con los radicales en torno al llamado "polo soberanista".

A diferencia de la bienvenida con la que hace cinco años se recibió la propuesta de Batasuna por las vías políticas y democráticas en la llamada declaración de Anoeta, ayer dominó el rechazo a la oferta.

El presidente de los peneuvistas en Vizcaya, Andoni Ortuzar fue categórico al advertir de que los "cantos de sirena" de Batasuna caen en el vacío porque lo único que cabe ahora es decirle a ETA que "esto se ha acabado", que es justo lo que no hizo la izquierda aberzale en Alsasua (Navarra), donde presentó el sábado su pronunciamiento. Ortuzar aprovecho, además, para avisar al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba de que el PNV no está por firmar cualquier acuerdo en torno al final de ETA y que, en todo caso, exigirán que el asunto quede fuera de la "utilización electoral".

También el portavoz de los socialistas vascos, José Antonio Pastor, dejó claro que los aberzales de Batasuna "ya no van engañar a nadie". Se remitió a la experiencia vivida durante el reciente proceso de paz y a los anteriores y fallidos intentos de diálogo con ETA, para recalcar que la única vía ahora se remite a la entrega de las armas. Su mensaje fue nítido: no hay posibilidad "ninguna" de que se repita un escenario similar al que se produjo tras el acuerdo de Anoeta.

El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, denunció directamente la oferta, a la que calificó de "nueva estafa", y recordó que la democracia en España gana cuando se aprietan las tuercas a Batasuna.

UN RESPIRO Fue sin embargo la reacción de EA la que dio un respiro a la izquierda aberzale. Mediante un comunicado, el partido escindido del PNV apuntó que el documento de los radicales era "indispensable e imprescindible" para avanzar en una línea de colaboración. De hecho, en medios políticos no se descarta que si ese trabajo conjunto avanza, EA llegue a dar cobertura legal a los radicales para concurrir a las urnas.

Por otra parte, la Asociación de Familiares de Presos de ETA, Etxerat, celebró ayer su reunión anual en Tolosa (Guipúzcoa). Sus portavoces denunciaron la política penitenciaria del Gobierno y las amenazas en torno a su posible ilegalización. En la cita participó el sindicato LAB, única organización aberzale que, junto con Etxerat, actúa en la legalidad, aunque el Foro Ermua pidió ayer que se inicien los trámites para ilegalizarla.