La lucha hasta el último minuto de Unidos Podemos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado resultó estéril. Ni las llamadas de Pablo Iglesias a última hora del martes para conseguir un acuerdo in extremis entre el Gobierno y los partidos independentistas ni las reiteradas llamadas de los dirigentes morados a la responsabilidad de ERC y PDECat sirvieron para evitar el fracaso de los «Presupuestos más sociales de la historia». Forzando, todo ello, un más que previsible adelanto electoral para el que Unidos Podemos asegura estar preparado.

Las posibles fechas barajadas hasta el momento, 14 o 28 de abril, parece que no disgustan al partido. Entre las ventajas destaca que Iglesias podría reincorporarse justo al comienzo de la campaña electoral. Además, celebrar los comicios nacionales antes que los autonómicos permitiría al líder morado examinarse en las urnas antes que Íñigo Errejón, cofundador del partido y aspirante a la presidencia de la Comunidad de Madrid con la plataforma Más Madrid, que comparte con Manuela Carmena. Un buen resultado de los morados a nivel nacional serviría para desactivar el impulso que, parece, está cogiendo Errejón.

La formación morada sale a elecciones en una situación difícil. La última encuesta del CIS sitúa al partido en tercera posición con el 15,4% de los votos, por debajo de PSOE y Ciudadanos, y superando ligeramente al PP. A esto hay que sumar el batacazo que sufrieron en las últimas elecciones autonómicas.

Adelante Andalucía (coalición formada por IU y Podemos) perdió tres diputados respecto a la anterior legislatura. Unos resultados que achacaron a la desmovilización de parte de su electorado y que esperan que no se repita en un escenario en el que las tres derechas ganan protagonismo.