La consejera de Presidencia de la Generalitat, Elsa Artadi, denunció ayer que el público de la apertura de los Juegos Mediterráneos, que abucheó al president Quim Torra, estaba «sorprendentemente seleccionado», si bien el alcalde de Tarragona y presidente del comité organizador lo negó.

En una entrevista a RAC-1, Artadi se mostró «sorprendida» de que hubiese tan poca gente. «Desde la secretaría de Deportes de la Generalitat se habían pedido invitaciones para compromisos, tanto para nosotros como para la Diputación de Tarragona, y se nos dijo que no había». No obstante, quitó importancia a los silbidos que el público dirigió a Torra: «Me parece normal que la gente se pueda expresar, esto no lo criticamos», señaló la portavoz del Govern.

Aseguró que el Ejecutivo no perseguirá ni categorizará de delito de odio los silbidos, a diferencia, según indicó, de lo que ocurrió con las banderas independentistas y los elementos de color amarillo en apoyo a los políticos independentistas presos en la final de la Copa del Rey de fútbol.

Además, afirmó que les habría gustado más que en la ceremonia de inauguración hubiese habido «mucha más presencia de la historia tarraconense y catalana» y dijo que le sorprendió la «presencia del Ejército en una inauguración de los Juegos».

Por contra, el alcalde socialista Josep Fèlix Ballesteros, también presidente del Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos, negó la versión de Artadi. En la misma emisora, mantuvo que era «materialmente imposible seleccionar al público» que asistió al estadio donde juega el Nàstic. «La venta de entradas la depositamos bajo contrato a la empresa Ticketmaster, y solo se podían comprar de seis en seis. No lo habríamos hecho nunca», insistió.

También indicó que la Generalitat tenía todas las invitaciones que pidió «en tiempo y forma» y que las que Artadi denunciaba debían ser «de última hora».

Respecto al encuentro del Rey y Torra también habló ayer Pedro Sánchez. El presidente considera que la coincidencia de los tres en la inauguración de los Juegos Mediterráneos evidencia la voluntad de todos de intentar normalizar las relaciones. Sánchez se refirió así a lo acontecido en la conferencia de prensa que ofreció o junto al presidente francés Macron.

También en el día de ayer, Joan Manuel Serrat visitó en la cárcel de Estremera al exconseller Raül Romeva, a quien conoce desde que era un niño. Tras su visita, que aprovechó también para saludar a Oriol Junqueras, que se encontraba en el locutorio de al lado, Serrat, que no es independentista pero está a favor del diálogo, dijo que el encarcelamiento de estas personas siempre le ha parecido «inútil e injusto», y consideró que el acercamiento de los reos a Cataluña sería «una buena declaración de intenciones».