Desorientados. Así se definían ayer varios miembros del PP sobre la estrategia a seguir ante las polémicas opiniones de la Reina en torno a cuestiones como el matrimonio homosexual, que rechaza. "¿Pero no habíamos quedado en que no se hablaba del tema?", se preguntaba algún diputado tras conocer que el vicesecretario de comunicación del partido, Esteban González Pons, había regañado a Sofía no por lo dicho, sino simplemente por atreverse a decirlo sin pensar en su papel o en que, con sus valoraciones, podía ofender "a media España".

Y además de desorientados, divididos: Javier Arenas recalcó su "respeto" hacia las declaraciones regias. Y Gabriel Elorriaga, anterior responsable de comunicación del PP, tachó de "intolerables" las afirmaciones de Pons. Otros se inclinaban por imitar a Mariano Rajoy y callar. Y había incluso quien señalaba que Sofía coincidía con las tesis populares.

EL GOBIERNO CIERRA FILAS Por contra, el Gobierno evitó la polémica. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega se limitó a decir que los Reyes "siempre" cumplen su papel constitucional de forma "impecable". Fue antes de que José Luis Rodríguez Zapatero rematara el cierre de filas gubernamental con la Corona diciendo, desde El Salvador, que los españoles pueden sentirse "muy orgullosos" de que Sofía ejerza sus funciones "de una manera ejemplar, con dedicación y entrega".

Además de contraponerse a la confusión del PP, el Gobierno salía así al paso de las críticas de IU, que llevará la cuestión al Congreso, y de la federación de gais y lesbianas. Esta, con todo, se conforma con el comunicado de la Casa Real, que tilda de "inexactas" las citas de la Reina.

La confusión del PP empezó a primera hora de la mañana, en Telemadrid, cuando Pons exigió "neutralidad" a los Reyes: "La cuestión es si deben hablar o no. No me parece bien que la polémica se plantee sobre lo dicho o dejado de decir. Porque, la verdad, lo que ha dicho ofende a una parte de los españoles, pero es verdad que representa lo que piensa la otra mitad".

Al dirigente popular se le había preguntado por el libro La Reina, muy de cerca, de Pilar Urbano. Sobre el contenido, solo recordó que la Reina es una mujer católica de 70 años. Pero dejó claro que prefiere que la Casa Real calle ante temas espinosos.

Luego, Pons aprovechó una rueda de prensa en Madrid para rectificar. A su manera. Dijo que había hablado a título personal y que la postura del PP era de "respeto absoluto".