Los informes que el Cuerpo Nacional de la Policía y la Guardia Civil están elaborando sobre la nueva formación política de la izquierda aberzale, Sortu, sostienen la misma tesis que ayer ya adelantó el vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba: "Sortu es una continuidad de Batasuna". Y poco más podrán aportar los informes, salvo que los diez promotores que aparecieron en la rueda de prensa del martes en Bilbao presentando la nueva marca electoral están "limpios" porque no han participado en ninguna de la docena de formaciones en las que desde 1978 se ha mutado la ilegalizada Herri Batasuna.

¿En qué se basan los servicios centrales de información de la Guardia Civil y del CNP? En el sentido común. Como también puso de manifiesto Rubalcaba, fueron dirigentes históricos de Batasuna los encargados de comunicar en rueda de prensa el lunes en Bilbao que la izquierda aberzale rompía con la violencia de ETA y eligieron a Rufi Exteberria como interlocutor.

LOS MISMOS DE ANTES "Nuestros informes evidencian algo tan lógico que no pueden servir para legalizar o no Sortu, porque esa es una decisión judicial o política. ¿Están los mismos de antes? Sí, no se esconden. ¿Rompen por escrito con la violencia y la tutela de ETA? Sí, de forma clara y nítida. ¿Nos los creemos? Los investigadores policiales no tenemos la respuesta. Son los jueces los que tienen que decir si con lo que han dicho y escrito es suficiente para darles un voto de confianza. Nosotros estaremos muy atentos a lo que hagan a partir de ahora", reflexionó un responsable antiterrorista.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Rubalcaba resaltó la "novedad" que los estatutos recogen en relación a la violencia de ETA, pero volvió a repetir la misma frase del lunes: "Batasuna tiene una escasa credibilidad para el conjunto de los ciudadanos y para este ministro del Interior".

UNA OPORTUNIDAD En las próximas semanas se verá si la Abogacía y la Fiscalía del Estado, y en última instancia el Supremo, conceden a Sortu ese voto de confianza que el miércoles pidió el catedrático Iñaki Zabaleta en la presentación de la formación aberzale en Madrid. Eregido como portavoz de Sortu, Zabaleta exigió la legalización de la marca y "una oportunidad" para demostrar que su ruptura con el pasado y la violencia de ETA era "sincera y nace desde un convencimiento ético y moral".

En cualquier caso, Etxeberria ya advirtió que si a última hora el Tribunal Supremo pone pegas a los estatutos de Sortu, los promotores actuarán en consecuencia para corregir las carencias y volverlos a inscribir en Interior. Están dispuestos a ganarse ese voto de confianza.