La costumbre del presidente español, Mariano Rajoy, de llegar de los últimos a las cumbres europeas le ha jugado una mala pasada. Rajoy ha sido el último de los líderes de la UE en llegar a la sede del Consejo Europeo y ha entrado en el edificio unos 15 minutos después del inicio de la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno. Esto ha provocado que uno de los policías que garantizan la seguridad en el vestíbulo del edificio le diera el alto y le pidiera la acreditación antes de dejarle pasar a la zona reservada a las delegaciones nacionales.

Rajoy ha llegado andando desde su hotel a la sede del Consejo Europeo en Bruselas, como es su costumbre. El presidente hablaba tranquilamente con el embajador de la representación permanente de España ante la UE, Alfonso Dastís, y con uno de los diplomáticos de la Moncloa.

Una vez ya en el vestíbulo del edificio, cuando Rajoy ha intentado entrar en la zona de seguridad reservada de la cumbre a las delegaciones nacionales, uno de los policías de seguridad de paisano le ha dado el alto, parándole con la mano, y le ha reclamado la acreditación para dejarle entrar.