Seis dirigentes que ocupaban la cúpula de la organización juvenil ilegalizada Segi y dos abogados de la izquierda aberzale que les asesoraban sobre como obstaculizar las operaciones policiales. Esos son los ocho detenidos a raíz de la operación policial iniciada la noche del miércoles contra la cantera de ETA y que concluyó en la tarde de ayer. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la blandió como "la prueba del nueve" de que "la política antiterrorista no ha cambiado".

Los dos abogados detenidos son Haizea Ziluaga Larreategi, hija del histórico dirigente de Herri Batasuna Txomin Ziluaga, y Haritz Escudero Zuloaga, habitual defensor de etarras, como Gorka Palacios. La primera fue detenida en las proximidades de la cárcel de Aranjuez, y Escudero, en la isla canaria de Lanzarote, donde se encontraba de vacaciones. Interior les vincula a ambos con la organización de letrados que servían de correo entre ETA y sus presos que ya fue parcialmente desarticulada el pasado mes de abril con la detención de los abogados Aratza Zulueta, Iker Zarriegi y Jon Enparantza.

DESDE OCTUBRE Los otros seis proetarras fueron detenidos en Bilbao, Vitoria, Pamplona y en las localidades navarras de Villalba y Burlada. Hasta el pasado octubre eran dirigentes de segundo nivel, pero tras las 14 detenciones llevadas a cabo entonces "habían asumido la sustitución de los máximos responsables de la organización", según indicaron fuentes de Interior.

La primera operación contra la cúpula de Segi tuvo lugar en noviembre del año pasado con 35 arrestados. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha dirigido las tres operaciones. Rubalcaba avisó ayer a quienes piensen en sustituir a los detenidos que "tendrán a la policía detrás".