Dos grandes operaciones de las fuerzas de seguridad españolas abortaron en la madrugada de ayer un largo recorrido terrorista desde la costa catalana hasta Irak. Una importante célula de supuestos islamistas radicales instalada en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) servía, según los investigadores, como centro de captación, reclutamiento y apoyo logístico y económico para redes de envío de terroristas suicidas a Irak.

Así, hay fuertes indicios que desde Vilanova se envió a uno de los dos suicidas que el 12 de noviembre del 2003 se inmolaron en Nasiriya, causando la muerte de 18 italianos y nueve iraquís.

Las dos operaciones, denominadas Chacal y Camaleón, se saldaron con 20 detenidos, la mayoría de ellos marroquís. En Vilanova fueron arrestadas 14 personas (11 marroquís, dos españoles y un turco), entre ellas un propietario de dos carnicerías que es el supuesto cabecilla (de la célula) y el imán de la mezquita. En Sant Boi (Barcelona) cayó un matrimonio formado por una marroquí y un español, Francisco Ródenas. En Madrid se detuvo a tres miembros de otra red, encabezada por un ciudadano argelino. La última detención tuvo lugar en Lasarte (Guipúzcoa).

EMPRESAS PANTALLA El ministro del Interior, José Antonio Alonso, explicó ayer en Madrid que ambos núcleos estaban "interrelacionados" y se dedicaban sobre todo a reclutar voluntarios para cometer atentados en Irak. También prestaban ayuda económica a través de "empresas pantalla", negocios legales cuyos beneficios se destinaban a la guerra santa. "No consta que fueran a cometer ningún atentado inminente en España --explicó Alonso--, pero tenían un nivel estructural para poder cometer en el futuro acciones violentas en cualquier país europeo".

Según el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, que ayer se personó en Vilanova, la compleja investigación comenzó hace más de un año e implicó a un total de 500 agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El inicio de la actividad radical de la célula en Vilanova se estipula a finales del 2003, con el envío de un argelino a cometer un atentado suicida en Nasiriya. Una prueba del ADN del terrorista, recogida por las autoridades italianas y contrastada por la Guardia Civil con datos de un familiar en España, permitió identificarlo como el argelino Ben Gasell Belliel, y relacionarlo con la red de Vilanova.

AVION Y CARRETERA Los investigadores tienen constancia de al menos tres envíos de terroristas desde España hacia Siria, y de ahí a Irak, tanto en avión como por carretera. Según las informaciones facilitadas ayer por Alonso, a mediados del 2004 fueron detenidos en Siria un grupo de marroquís que regresaban a España tras haber combatido a las órdenes del líder de Al Qaeda en Irak, Abú Musab al Zarqaui.

Las células desmanteladas ayer tenían, además, conexiones en otros países, como Francia, Bélgica, Holanda, Argelia, Marruecos y Turquía.

Amigos y familiares de los detenidos clamaron ayer por su inocencia. Abdesalam, padre de Murat, de 26 años y arrestado en su casa de Vilanova, dijo que su hijo "es tranquilo y trabajador". En Sant Boi, Absem, padre de la mujer detenida, explicó que los agentes tenían sospechas "tras realizar escuchas telefónicas", informa Xavier Adell. Su hija, Fátima, de 45 años, llevaba 20 años en España y estaba casada con Francisco Ródenas, convertido al islam y también detenido. "No tienen relación con terroristas", insistió el padre.

El imán de Vilanova estaba desde hace tiempo en el punto de mira de los investigadores, aunque según los asistentes a la mezquita no era muy radical.