Las acciones de violencia callejera se han intensificado en las últimas horas en Euskadi, con un notable incremento de los ataques y de su virulencia. Los violentos han quemado contenedores y vehículos particulares e, incluso, han llegado a arremeter contra patrullas de la Ertzaintza.

Los hechos más graves del fin de semana se produjeron en Hernani (Guipúzcoa), donde los radicales incendiaron un autobús de línea tras obligar a los pasajeros a abandonarlo. Cuando los efectivos de la policía autonómica llegaron al lugar, fueron recibidos con cócteles incendiarios, aunque no hubo heridos. Ante estos hechos, los partidos de la oposición en el consistorio de Hernani (PSE, PNV, EA, EB y PP) aprobaron ayer una declaración institucional para condenar enérgicamente los altercados y denunciar la "estrategia violenta" impuesta por los "estrategas de la izquierda radical". ANV, que gobierna el municipio, optó por defender un texto propio.

TESTIMONIO DE VECINOS La respuesta policial también ganó en eficacia en las últimas horas. Tres jóvenes de entre 19 y 26 años fueron detenidos ayer en la localidad vizcaína de Mungia por incendiar dos contenedores de basura, según informó el Departamento vasco de Interior. Los agentes comprobaron que se estaban produciendo sabotajes en varias calles de esta población y, tras recabar los testimonios de varios vecinos, capturaron a estas tres personas, que se escondían en una lonja cercana.

En la localidad guipuzcoana de Urretxu, los saboteadores quemaron ocho contenedores de basura. Las llamas de uno de estos depósitos afectaron a un coche estacionado, que quedó sin frenos y se precipitó cuesta abajo. Tras deslizarse unos metros sin control, colisionó con otros tres vehículos aparcados.

Los ataques contra ertzainas preocupan al sindicato Erne, que pidió al Departamento de Interior que mantenga todas las medidas de autoprotección.