Las fuerzas de seguridad francesas desactivaron ayer tres artefactos explosivos artesanales y de escasa potencia en el País Vasco francés y en el cercano departamento de las Landas, después de que una llamada anónima alertara de la colocación de cinco bombas. La policía investiga si la autoría recae en Irrintzi o en otros grupos violentos aberzales.

La ministra del Interior francesa, Michèle Alliot-Marie, emitió un comunicado para "condenar con la mayor firmeza" la actitud "irresponsable y escandalosa" de los que han tratado de atentar en lugares públicos.

Dos de los artefactos desactivados se hallaron en la localidad de Arrangoitze. Fueron colocados en un centro vacacional y frente a la oficina de turismo. La tercera bomba tenía como objetivo atentar contra la vía férrea del TGV (tren de alta velocidad galo), entre Boucau y Ondres, en las Landas. Pese a tratarse de dispositivos "artesanales, defectuosos y de poca potencia", según la Prefectura de Policía de Pau, las autoridades galas admitieron su preocupación por dos razones. Por un lado, por el número de objetivos simultáneos, cinco en total, y además, por la amenaza contra el tren de alta velocidad, que podría suponer el inicio de una campaña como las que ETA está llevando a cabo en Euskadi.

INTENTONAS Los otros objetivos eran, según el comunicante anónimo, el casino de Biarritz, un centro de vacaciones de Anglet y el albergue Ostapé de Biadarray, donde no se halló nada sospechoso. Este centro, que fue propiedad del famoso cocinero Alain Ducasse, ha sido objeto varias veces de atentados perpetrados por independentistas radicales, por lo que el restaurador tuvo que vender su participación.

La policía investiga si la autoría de las acciones recae sobre Irrintzi (grito , en euskera), que habitualmente ha mantenido un discurso más político, o sobre otros grupos violentos próximos a la izquierda aberzale en Francia. Esta segunda red de violentos todavía no se ha dado un nombre, pero se les conoce por firmar siempre sus actos con el lema "Euskal Herria no está en venta". En su último comunicado, Irrintzi amenazó a los gobiernos español y francés si no aceptaban negociar una solución al problema vasco, además de pedir la intervención de la ONU y la Unión Europea.

AUTORIA CONFUSA De los 28 actos violentos registrados en el País Vasco francés el pasado año, Irrintzi asumió únicamente 7, lo que hace pensar que esa segunda red violenta es responsable de la mayor parte de los ataques perpetrados en esa zona.