A los cinco días de la declaración de "alto el fuego permanente" de ETA, la Ertzaintza detuvo ayer en Bilbao a dos presuntos miembros de la banda terrorista, a los que considera relacionados con la emboscada que ETA tendió a la policía vasca el 14 de septiembre del 2003 en el puerto de La Herrera (Alava), una trampa que provocó gran impacto entre los agentes vascos y en el que murió un etarra y dos ertzainas resultaron heridos.

Según fuentes policiales, la fecha del arresto fue decidida por el juez Fernando Andreu antes de que se declarara la tregua. La operación se desencadenó a primera hora de la tarde con la detención, en el barrio bilbaíno de Irala, de Daniel Yaniz, de 32 años. Al mismo tiempo era detenido en el centro Luis Damborenea. La Consejería de Interior vasca no facilitó datos sobre los arrestados, pero la organización Askatasuna, que asiste a presos y detenidos de ETA y su entorno, confirmó las identidades.

TRES AÑOS DE INVESTIGACION El departamento que dirige Javier Balza (PNV) subrayó que las detenciones eran fruto de la investigación desarrollada desde que se produjo el atentado, es decir, desde hace tres años.

La policía vasca localizó entonces en la localidad de Entrena (La Rioja) una vivienda, propiedad de los padres del miembro de ETA muerto, donde el comando preparó el atentado. En el interior del domicilio se halló un croquis de la zona donde se desarrolló la emboscada.

Las huellas confirmaron que en la casa habían estado el etarra que murió en la emboscada, Arkaitz Otazua, y Asier Mardones y Josune Oña, arrestados un año después cuando intentaban reconstruir el comando Biskaia . Se confirmó además que en los preparativos había intervenido otra persona más de la que no constaba antecedente alguno y que no pudo ser identificada.

Esa huella es la que habría permitido a la Ertzaintza llegar hasta los detenidos ayer. Según la radio pública vasca, la policía informó al juez de su descubrimiento hace 15 días y fue el propio juzgado de la Audiencia Nacional el que entonces puso fecha a las detenciones antes de conocerse el anuncio etarra.

La policía vinculó además a uno de los detenidos con episodios de violencia callejera, probablemente cometidos en la localidad vizcaína de Galdakao.

REGISTROS La operación se completó con, al menos, tres registros. Uno se desarrolló en el domicilio de Yaniz, en la calle Reyes Católicos, hasta donde la Ertzaintza se trasladó con un perro adiestrado en la localización de explosivos. El segundo tuvo lugar en la casa de Damborenea, en la calle Alameda Rekalde, y el tercero se practicó en el garaje del que dispone el arrestado en una calle próxima. Los agentes llenaron varias cajas de material.

El atentado fallido contra la Ertzaintza en septiembre del 2003 causó un gran impacto entre los agentes vascos. Los etarras del comando Ezkaurre , al que se atribuyen otros cuatro atentados en Vizcaya entre los años 2002 y 2003, simularon un accidente de tráfico en el alto de La Herrera y pidieron auxilio a la policía. Cuando la patrulla llegó, dispararon contra los agentes, que respondieron a la agresión. Los etarras lograron fugarse a pie, pero al amanecer fue localizado cerca del lugar del tiroteo el cuerpo sin vida de Otazua.

SEGURIDAD Tras el atentado, los sindicatos de la policía vasca presionaron para revisar la seguridad. En los meses siguientes se reforzaron los protocolos y, desde entonces, cada año en septiembre se produce una alerta especial en la Ertzaintza ante la posibilidad de algún ataque.