El pueblo saharaui acogió ayer con inquietud el cambio de postura sobre el referendo del Sáhara Occidental manifestado por José Luis Rodríguez Zapatero en Argelia. Sin dar la batalla por perdida, el delegado del Frente Polisario, Brahim Gali, dijo confiar en que presidente aclare si ha variado o no la "contundente postura" mantenida hasta ahora por España, que siempre ha defendido el derecho de su excolonia a optar en consulta entre la autodeterminación o su integración en el Reino de Marruecos.

Ante Abdelaziz Buteflika, presidente de Argelia --el país del Magreb más solidario con el pueblo saharaui--, Zapatero apostó el miércoles por buscar un nuevo acuerdo sobre el Sáhara en el seno de las Naciones Unidas, "sin prejuzgar el final del proceso".

El presidente dio así por enterrado el plan Baker, que garantizaba a los saharauis amplia autonomía bajo soberanía marroquí y la celebración de un referendo de autodeterminación. Zapatero no dijo si España seguirá exigiendo el referendo, pero el texto que firmó con Buteflika sí defiende "el derecho a la autodeterminación" del Sáhara.

A esto se aferró ayer el Frente Polisario para expresar su confianza en que España no busque en la ONU "alternativas a lo ya pactado" en el plan Baker, que Rabat rechaza. Menos optimista fue el Gobierno argelino, que rechaza la propuesta de Zapatero.