Los políticos presos vuelven a Cataluña. Interior puso en marcha ayer el traslado de seis de los nueve reclusos, aquellos cuyos trámites iban más avanzados, que abandonarán hoy sus celdas en tres cárceles madrileñas y saldrán hacia Cataluña, donde se prevé que lleguen mañana, según las fuentes consultadas por este diario. Se trata de Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Dolors Bassa y Carme Forcadell. Su acercamiento fue aprobado por el nuevo Ministerio del Interior después de que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena aclarara que no había ningún impedimento por su parte.

Tras recibir la notificación de la Generalitat en la que se aceptaba su traslado, los seis políticos hicieron su hatillo y se despidieron de internos y funcionarios. Bassa y Forcadell dejaron la prisión de mujeres de Alcalá Meco; Sánchez y Cuixart salieron de la de Soto del Real; y Junqueras y Romeva abandonaron el módulo 7 de la prisión de Estremera.

A última hora de la tarde, fuentes penitenciarias confirmaron que las cundas (los furgones de traslado de presos) estaban ya en las cárceles de Soto y Estremera. Todo apuntaba a que los seis políticos iban a ser concentrados en la cárcel de Valdemoro (Madrid III), que es el centro de tránsito y conducciones de reos a nivel estatal, para que pasaran la noche allí y ya hoy, si hay plazas disponibles, salgan en otro furgón rumbo a Cataluña.

NOCHE EN ZUERA / El traslado, en uno o dos furgones (mujeres y hombres van separados), corre a cargo de agentes de la Unidad de Protección y Seguridad de la Guardia Civil. Son ellos los que deciden si se hace alguna parada intermedia para que los internos descansen. Se trata de un viaje en furgón, «duro», según explican los funcionarios, y en el que son los guardias civiles los que deciden si los presos que son trasladados viajan esposados o no, atendiendo a razones de seguridad. En el caso de los presos catalanes, es probable que pasen esta noche en la cárcel de Zuera (Zaragoza) antes de seguir viaje a Cataluña.

Los cuatro hombres ingresarán en la cárcel de Lledoners, cerca de Sant Joan de Vilatorrada, en la carretera de Manresa a Solsona. Se trata de una cárcel moderna (fue inaugurada hace diez años), a 70 kilómetros de Barcelona. Es poco conflictiva y la única prisión que funciona con todos los módulos de «participación y convivencia», similares a los módulos de respeto de otras cárceles españolas. Los presos se organizan en comisiones que se eligen por votación y deciden sobre los incidentes y propuestas de la vida diaria.

Además, los presos que tengan hijos menores de diez años podrán hacer «comunicaciones de convivencia» con los críos y un adulto que les acompañe, una vez al mes, durante noventa minutos. Será el caso, si lo solicitan, de Junqueras, padre de dos pequeños, y Cuixart, de un bebé.

En cuanto a Bassa y Forcadell, la Generalitat ha decidido que vayan a la cárcel de Puig de les Basses, en Figueras (Gerona), inaugurada en el 2014.

Cuixart y Sánchez son los que más tiempo llevan presos. La jueza Carmen Lamela los envió a prisión preventiva sin fianza el 16 de octubre. Ingresaron en Soto del Real. Junqueras lleva en la prisión de Estremera desde el 2 de noviembre; mientras que Romeva, Bassa y Forcadell fueron encarcelados el 25 de marzo. Falta por concretarse el traslado de Jordi Turull, Joaquim Forn y Josep Rull, que siguen en la prisión de Estremera.

Todos esperarán en cárceles catalanas el juicio que se celebrará contra ellos en el Tribunal Supremo, que quiere celebrar lo antes posible el juicio contra los acusados de rebelión, malversación o desobediencia. Pero se ha topado con que defensa parece ahora interesada en retrasarlo. El juez Pablo Llarena debe dar por concluida la instrucción, una vez que dé respuesta a los 13 escritos presentados por las defensas para pedir nuevas diligencias. La abundante petición de pruebas lleva a pensar que la estrategia de los procesados es intentar retrasar la causa todo lo posible. No obstante, las mismas fuentes apuntan a que la testifical se podría realizar en el propio juicio y este podría celebrarse antes de navidades, como tarde en enero.