La fábrica de bombas de ETA descubierta el domingo por la policía francesa en la localidad de Saint Michel, en el País Vasco francés, albergaba más de 500 kilos de explosivos, según las primeras evaluaciones de la lucha antiterrorista.

Los investigadores franceses creen que esa instalación estaba siendo utilizada "desde hace al menos seis años", mientras la policía española está convencida de que de ese taller han salido todos los artefactos "de importancia" con los que ha cometido atentados en el último año.

En la fábrica-polvorín se encontraron también todo tipo de armas, lanzagranadas, lanzamisiles y los elementos necesarios para fabricar artefactos explosivos. El ministro del Interior en funciones, Angel Acebes, calificó el hallazgo como "uno de los mayores arsenales" con los que cuenta la banda. Desde el descubrimiento del taller, las autoridades han cerrado la principal calle de la localidad de 250 habitantes y el dispositivo será mantenido durante varios días.

El hallazgo de este polvorín se produjo tras la detención, el pasado viernes, de los dirigentes etarras Iñaki Esparza Luri y Félix Alberto López de la Calle, alias Mobutu .