La cúpula del PSOE está preocupada por las encuestas, que pronostican un retroceso electoral en Andalucía. Pero lo mismo ocurre con los socialistas de esa comunidad en referencia al mal momento por el que pasa Zapatero. Un temor que se evidencia en la posibilidad de separar, por vez primera, las elecciones generales y autonómicas ante la constatación de que la gestión de la crisis desde el Ejecutivo central resta más de lo que podría aportar. Para luchar contra el hastío del electorado, José Antonio Griñán sacó adelante una nueva dirección regional con un 70% de caras nuevas.