El 9 de noviembre, dos militares españoles murieron en Afganistán. El suceso reavivó el debate sobre la presencia de España en zona de conflicto e incluso sobre la ampliación del contingente allí destacado. El PP, consciente de que el asunto ha vuelto con fuerza al foco de atención pública, quiere aprovechar las circunstancias para hacer oposición. Y para intentar poner contra las cuerdas a la ministra mejor valorada del Gobierno socialista, según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS): la titular de Defensa, Carme Chacón.

RESOLUCION Será hoy mismo cuando se dé el primer empujón a esa estrategia. Chacón comparece en comisión parlamentaria para dar cuenta de la nueva directiva de Defensa. Con toda probabilidad, volverá a salir a colación Afganistán. Y los populares intentarán sacar partido al "giro" que ellos creen observar en el discurso gubernamental, después de que, hace una semana, Chacón utilizara la expresión "imposición de paz" para referirse a la actual misión del Ejército español en suelo afgano.

En realidad, la titular de Defensa se ciñó al contenido de la última resolución de las Naciones Unidas en torno a Afganistán, en la que se autoriza a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) a actuar en virtud del capítulo séptimo de la Carta de la ONU, esto es, el capítulo que habla de "imposición de paz".

Pero el PP insiste en que el Ejecutivo vira el rumbo al sustituir "misión" por "imposición", entendiendo que implica reconocer un Estado casi en guerra. Por eso, en la sesión de control al Ejecutivo de mañana preguntará a Chacón por los "efectos" prácticos que tendrá ese hipotético cambio estratégico, así como por la seguridad de los vehículos que usan las tropas.

Pero la ministra, según parece, no esquivará el ataque. Desde su entorno se asegura que piensa recordar que, en el 2001, el entonces ministro de Defensa Federico Trillo ya asumió que la de Afganistán era una misión de "imposición de paz". En aquella comparecencia, Trillo sostenía textualmente que en lo concerniente a las fuerzas desplegadas en territorio afgano se estaba hablando de "una operación, en términos consagrados, de imposición de paz". E hizo planteamientos no demasiado distantes de los que ahora hace la ministra Chacón: que la misión española tenía un carácter "humanitario"; que sus soldados eran "defensores de la paz", y que era necesario asumir los riesgos de la operación junto a la imprescindible coordinación con la fuerza norteamericana.

OBJETIVOS En líneas generales, los populares respaldan la posición de la ministra, que califican de "valiente". Sin embargo, quieren aprovechar para remarcar la supuesta contradicción de los socialistas por sus distintas posiciones ante los conflictos de Irak y Afganistán. El PSOE siempre ha incidido en que, en el caso afgano, España actúa en misión de paz bajo el paraguas de Naciones Unidas, algo muy diferente a lo ocurrido en Irak.

Pero los populares alegan que Afganistán se está "iraquizando" y que el terrorismo y el resurgimiento del poder talibán igualan ambas situaciones. Con esa tesis, el PP apoyará que se elimine el tope de 3.000 españoles en misiones en el extranjero, además de exigir más seguridad para las tropas y más información en sede parlamentaria sobre la situación real de los destacamentos: de hecho, dicen estar dispuestos a estudiar que se haga en la Comisión de Secretos Oficiales para que no se vea afectada la seguridad de las operaciones militares. "No puede haber información solo si hay fallecimientos", dicen.