El PP acusó ayer al líder del PSOE en Madrid y delegado del Gobierno en la Comunidad, José Manuel Franco, de lanzar «una operación política para echar a Isabel Díaz Ayuso» de la Presidencia del Gobierno madrileño que, a su entender, pasaría por usar una «imputación judicial» sobre su alojamiento en un apartamento durante la pandemia y «presionar» así Ciudadanos para que «rompa» con el PP. Así lo aseguraron a Europa Press fuentes de la dirección nacional del PP que dirige Pablo Casado después de que Okdiario informara de que Franco animó el martes a alcaldes, cargos y militantes del PSOE a «retorcer el tema de las residencias» contra el Ejecutivo de Ayuso. Según informa este diario digital, con frases textuales entre comillas, en ese foro telemático el delegado del Gobierno en Madrid explicó que si, por ejemplo, «Ayuso es imputada por cohecho impropio por el tema del apartamento, habrá que conseguir que Ciudadanos apoye una moción de censura».

Según el PP nacional, si el esfuerzo que dedica Franco a «desgastar a una presidenta legítima» lo hubiese empleado en su momento para «estudiar las consecuencias de autorizar una manifestación» como la del 8 de marzo «miles de personas no se hubiesen infectado por el coronavirus y, lo que es más importante, se hubiesen salvado muchas vidas», resaltaron las mismas fuentes.

Ayer, en la propia sesión de control de la Asamblea de Madrid, Ayuso recriminó a Franco su actitud al preguntarse en qué comunidad autónoma el delegado del Gobierno «arremete» contra el Gobierno de la autonomía a la que representa.

Ayuso criticó que tengan un delegado del Gobierno que se dedica «únicamente a decir que hay que alentar manifestaciones» y que hay que «retorcer el tema de las residencias, explorando contradicciones entre consejeros».

También el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, cargó contra el delegado del Gobierno del Gobierno en Madrid. «Jugar con el dolor de las familias. Franco, no todo vale», afirmó en su cuenta de Twitter.

ADEMÁS, EL 8-M / Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, pidió ayer al PP que se sume a los esfuerzos por la imagen de España en el extranjero, cosa que será «más útil que enzarzarse en cuestionar la calidad de la democracia española en Bruselas o en dificultar el apoyo al plan de recuperación europeo como está ocurriendo en este momento». «Eso va a ser tremendamente importante para la imagen de España» afirmó en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados, después de que la popular Paloma Gázquez le afeara a la ministra la manifestación del 8-M y las «inexactitudes en los datos» de la pandemia de covid-19.

«Los medios internacionales no dan crédito a sus datos y no ayudan las falsas referencias a estudios inexistentes como el de la John Hopkins o el falso ranking de la OCDE construido con datos falsos enviados por la presidencia del Gobierno», dijo.

En una Comisión que suele caracterizarse por el consenso entre todos los grupos, Gázquez criticó a la ministra que la estrategia de cooperación internacional contra el covid, que Exteriores aún se está elaborando, y no operativa. Es más, achacó esta demora a que tal vez no era consciente del riesgo que suponía la enfermedad, vista la «felicidad» que, según dijo, transmitía la ministra de Igualdad en la manifestación del 8-M. Y prosiguió atacando a Irene Montero, por no haber «explicado lo que sabía».