Como viene siendo habitual cada vez que se manifiesta el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, sus palabras son duramente criticadas por populares y Batasuna. Pumpido expresó el jueves sus dudas sobre si había ido "demasiado lejos" al impugnar 133 listas de Acción Nacionalista Vasca (ANV) y el PP vasco le acusó ayer de "hooligan de la radicalidad nacionalista", mientras que Batasuna le tachó de "fascista".

El secretario del PP vasco, Carmelo Barrio, señaló que "no tiene sentido que se revele como un detractor del Estado de derecho". Y el portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, dijo que en el proceso de impugnación probablemente se "jugó al azar", al tiempo que pidió al fiscal general que deje de lado los "criterios políticos".

ELECCIONES "AMAÑADAS" El dirigente de Batasuna Pernando Barrena señaló que estas palabras suponen "un reconocimiento implícito" de que la fiscalía ha vulnerado derechos y, por tanto, que las elecciones están "amañadas". El coordinador de Ezker Batua, Javier Madrazo, señaló que, tras sus declaraciones, el fiscal carece de "legitimidad", y pidió su cese "inmediato".

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al ser preguntada por esta polémica, solo quiso resaltar que todas las candidaturas que se presentan en Euskadi son "legales y pacíficas".