No ha habido sorpresas de última hora y el PP ha vuelto a aplicar este miércoles el rodillo parlamentario de su mayoría absoluta para aprobar en solitario en el Senado su reforma hipotecaria tal como llegó del Congreso, sin aceptar ni una sola de las 275 enmiendas presentadas por la oposición. La nueva norma, que no recoge tampoco ninguna de las propuestas de la ILP de dación en pago, podría entrar en vigor el jueves si, como indicaron fuentes del BOE, se publica de modo inmediato.

Una veintena de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) llegados de toda España han aguantado con resignación las casi cinco horas de debate sin fruto hasta que han estallado con la votación final. Se han girado de espaldas a los senadores, han mostrado camisetas y pancartas y les han gritado que "el pueblo" les "dará la espalda", como ellos se la han dado ahora a los ciudadanos. "Caraduras", "sinvergüenzas" y "asesinos", les han gritado, además de augurar que sus hijos "se avergonzarán" de ellos. Han sido desalojados sin más tensiones ni detenciones.

Oposición frustrada e indignación de la PAH

Durante el debate, a los antidesahucios les ha costado contenerse, sobre todo cuando han oído al portavoz del PP, Antolín Sanz, un repeinado senador por Ávila, insistir varias veces en asegurar que la nueva ley incluye la reclamada dación en pago y ha convertido la defensa de su reforma en un ataque sin cuartel contra la inacción del PSOE en la anterior legislatura. "Es indignante. Creo que esta gente quieren que haya paro y que la gente se quede en la calle porque para ellos es mejor", comentaba en un descanso la portavoz de la PAH de Girona, Marta Afuera.

El senador de ICV, Jordi Guillot, ha resumido a la perfección la frustración de los parlamentarios. "Nunca había visto tanta cerrazón en toda mi vida parlamentaria y eso que he vivido otras mayorías absolutas, como la de CiU en Catalunya. No aceptan ni una sola de las 275 enmiendas, ni siquiera transaccionan ninguna", ha lamentado.

Como ya ocurrió en el Congreso, la oposición ha rechazado la reforma por "inútil", "insuficiente", "burla a la ciudadanía" y "oportunidad perdida". Varios parlamentarios han coincidido con la PAH en que dentro de unos meses habrá que volver a reformar la legislación porque la norma no da soluciones reales a las decenas de miles de personas amenazadas de desahucio, de las que algunos han puesto ejemplos concretos, con nombres y apellidos.