El desacuerdo de los conservadores con la ley de igualdad empezó el mismo día en que José Luis Rodríguez Zapatero anunció su decisión de promoverla. Nada más aprobarse en el Congreso de los Diputados, con la abstención del PP y el apoyo del resto de los grupos, el responsable de organización de los populares, Sebastián González, amenazó con recurrir la norma ante el Tribunal Constitucional.

Sin embargo, la inminencia de las elecciones municipales y autonómicas, que se celebrarán el 27 de mayo, ha desaconsejado la presentación del recurso por ahora. El PP ha decidido apurar el plazo y postergar la impugnación hasta el mes de junio.

Aunque el partido de Mariano Rajoy no ve bien varias de las medidas adoptadas en la ley y echa de menos otras, el punto más conflictivo ha sido el de las listas electorales paritarias. González declaró que el hecho de que ningún sexo esté representado por encima del 60% ni por debajo del 40% choca con la Constitución, porque "limita el derecho de hombres y mujeres a ser elegidos en igualdad de condiciones". Los populares consideran además que la medida es contraria a la autonomía que la Carta Magna confiere a los partidos a la hora de organizarse.