El PP se lanzó ayer a la yugular de José Luis Rodríguez Zapatero por haber recibido el viernes a Josep Lluís Carod-Rovira, en la recta final de la negociación del Estatuto catalán y en vistas de que se empiecen a negociar los próximos presupuestos del Estado. Para los populares, el líder de ERC fue a la Moncloa con un doble propósito: "cobrar el alquiler y marcar las directrices" al presidente del Gobierno. Carod, aseguró la secretaria de Política Autonómica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, "le pidió" además a Zapatero "un pacto de silencio en el PSOE mientras ambos desmantelan España".

Carod aseguró al jefe del Ejecutivo que la reforma estatutaria no desbordará la Constitución, pero Sáenz de Santamaría señaló que Zapatero ya tiene de antemano "un gran obstáculo" para que sea así, porque el texto provisional define a Cataluña como una nación. Eso, dijo, "va en contra de la unidad de los españoles". "No hay más nación que la nación española", afirmó.

La dirigente popular dijo de quienes se reunieron para "decidir el futuro de España" que uno (Zapatero) "no tiene clara la idea de España", y otro (Carod-Rovira) "tiene claro que no quiere estar en España".