Reforma laboral, revisión del pacto de Toledo para garantizar el futuro de las pensiones y drástico recorte del gasto público. ¿Les suena la cantinela? Ha sido el latiguillo de propuestas con las que el PP ha hostigado al Gobierno desde que la economía española cayó en barrena, pero es también el tridente que desde la pasada semana blande el Gobierno para atrapar la recuperación. ¿Apoyará el PP lo que parece un inequívoco acercamiento del Gobierno a sus postulados? A juzgar por la espuma de sus primeras declaraciones, la respuesta debería ser negativa, pero fuentes de la dirección certifican que nadie entendería que el principal partido de la oposición no tendiera la mano al Ejecutivo para recorrer un camino marcado por su propio GPS. Y más si la patronal se apunta a la excursión.

Lo que sí hará el PP es sacar todo el rédito electoral posible a la forma improvisada en la que el Ejecutivo ha presentado las reformas, amén de recordar, como hacía ayer su vicesecretario de Comunicación, Esteban Gonzá- lez Pons, que Zapatero es quien "ha metido a España en el agujero". "¿Cómo puede ser que el personaje político que ha hundido a España sea ahora el que la va a salvar?", se preguntaba el dirigente conservador en Valencia, tras reunirse con la plana mayor del PP de la comunidad.

COMPARECENCIA Pons también anunció que su partido pedirá el martes la comparecencia en el Congreso del presidente del Gobierno para que "exponga cuáles son sus propuestas para sacar a España del agujero económico en que ha caído".

A la hora de enfrentarse al debate, el PP cuenta con una ventaja inestimable. Sus propuestas nunca han pasado de lo general a lo concreto. Por más que el Gobierno se lo haya echado en cara, nunca se ha mojado a la hora de precisar por dónde debía pasar la tijera del recorte presupuestario, ni con qué fórmula debía finiquitarse la dualidad del mercado laboral. Siempre podrá criticar los cambios por su tibieza, pero con una línea roja: Mariano Rajoy no dará la espalda a los acuerdos que alcance una patronal que el viernes salió con buenas sensaciones tras recibir la oferta gubernamental.

José Blanco, ministro de Fomento, consciente de la tesitura del PP, lo invitó ayer a sumarse al acuerdo del Gobierno, patronal y sindicatos, abandonando "el populismo" para hacer "un acto de patriotismo".