El comité ejecutivo del PP ha autorizado a Mariano Rajoy a negociar con Ciudadanos "un acuerdo de investidura" y no ha entrado a analizar las seis exigencias anticorrupción que el partido de Albert Rivera puso como condición necesaria para que comience el diálogo. Para sorpresa de propios y extraños, el presidente en funciones ha aseverado en rueda de prensa que él convocó al comité ejecutivo de su partido para que le avalase a negociar de forma genérica, no para hablar de unas medidas que Rajoy ha soslayado en su discurso pero a las que sí se han referido en sus intervenciones algunos barones conservadores. Sin embargo, la hemeroteca desmiente al presidente y hasta un tuit en su cuenta señalaba la semana pasada que "una vez conocidas las condiciones de C's para negociar", las sometería a "debate y aprobación" del cónclave conservador.

Además, preguntado sobre si él asume las peticiones de Rivera, ha señalado que a la hora de formar gobierno, el principal objetivo del PP, "mientras no se pida nada que perjudique los intereses generales de los españoles ni lesione la Constitución", él puede "aceptar muchas cosas o no".

AMBIGÜEDAD SOBRE LA INVESTIDURA

Siguiendo esta estela de ambigüedad, tampoco ha aclarado si se va a someter a la investidura si el PSOE sigue empecinado en votar en contra, lo que haría el intento fallido. Eso sí, ha explicado que llamará de nuevo a Pedro Sánchez para consultarle si quiere que España vaya a unas terceras elecciones y "cuál es su criterio sobre la fecha en la que debe celebrarse" el examen parlamentario. "¿Existe la posibilidad de que acuda a la sesión parlamentaria sin haber negociado antes una abstención del PSOE?" Le han preguntado. "Es posible que vaya o deje de ir", ha sido su respuesta.

Asimismo ha explicado que llamará también a Rivera para darle a conocer el resultado del comité ejecutivo pero no ha aclarado cuándo ni si está dispuesto a nombrar ya un equipo negociador para entablar diálogo con la formación naranja.

AUSENCIAS DESTACADAS Y UN COMITÉ PARTICIPATIVO

Tal como preveía la cúpula del PP, al cónclave no han acudido las figuras más incómodas, como la de la exalcaldesa Rita Barberá o la del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, cuyos nombres se han visto relacionados con escándalos de corrupción. Tampoco ha acudido el presidente de honor del partido, José María Aznar, que no suele asistir a estos cónclaves, dado su distanciamiento con Rajoy y su equipo.