El presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, no tuvo el viernes uno de sus mejores días. Lo empezó rompiendo la línea sobre política lingüística que su partido ha mantenido en los últimos 25 años. En declaraciones a Ona Mallorca, anunció que, en el caso de que alcance la presidencia de la comunidad en las elecciones autonómicas de mayo, una de sus decisiones será "eliminar la ley de normalización", es decir, suprimir la norma que se aprobó en 1986 con el apoyo de todos los partidos, incluido el PP, cuando Gabriel Cañellas era el presidente insular. Pero no tardó mucho en rectificar, atribuir su anuncio a un "lapsus" y desandar a toda prisa el camino recorrido.

En la entrevista radiofónica, pese a que se le interrogó varias veces sobre si realmente iba a acabar con la ley de normalización, defendió sus intenciones con rotundidad y claridad meridiana, argumentando que hay palabras como tassó (vaso) y capell (sombrero) que solo se emplean en Baleares y rechazando el uso de otros términos que consideró fruto de "imposiciones desde Catalunya".

Sin embargo, la rotundidad se tornó después en humilde rectificación, no sin haber generado antes agrias críticas por parte de algunos de sus correligionarios de partido, que quizá le ayudaron a entender hasta qué punto estaba equivocado.

"UN CAMION POR ENCIMA" A última hora de la tarde del viernes, Bauzá se bajó del caballo. "Equivocarse es humano, rectificar es de sabios", dijo antes de precisar que lo que en realidad quería decir es que suprimirá el decreto de mínimos, reglamento que estableció el expresidente balear y exlíder del PP en la comunidad Jaume Matas. Es decir, que como mucho reformará la ley.

Del rechazo que generó Bauzá con su intervención da una idea la réplica que cosechó de Jaume Font, portavoz conservador en el Consell de Mallorca hasta ayer, que rechazó hablar del catalán como una lengua ajena: "Para que yo cuestione la unidad de la lengua, me tiene que pasar un camión por encima". Al margen de las críticas públicas, dirigentes del PP balear, citados por Diario de Mallorca, lamentaron en privado que su líder cometiera la torpeza de abrir el melón lingüístico en lugar de centrarse en la oposición al Gobierno de Francesc Antich.

COMO DELGADO Alguno aludió a la figura del dirigente al que Bauzá derrotó en unas primarias, que destaca por ser detractor de la ley de normalización: "Para defender estas posiciones hubiéramos podido poner de presidente a Carlos Delgado".