Todos los esfuerzos han sido inútiles. La última concesión de los convocantes de la manifestación de hoy en Madrid contra ETA para que el PP se sumara a la marcha también cayó en saco roto. Las asociaciones de ecuatorianos y los sindicatos accedieron a primera hora de ayer a incluir la palabra "libertad" en el lema de la pancarta que encabezará la protesta, como había exigido el partido de Mariano Rajoy. Casi al mismo tiempo, los conservadores emitieron un comunicado solicitando "formalmente la desconvocatoria" de las protestas --también la manifestación de Bilbao-- porque "no recogen los principios del pacto antiterrorista y el rechazo a la negociación con ETA".

EFECTO El intento de responder en la calle al brutal atentado de ETA del pasado 30 de diciembre en Barajas ha causado el efecto contrario al que perseguían sus convocantes. Lejos de lograr una respuesta unitaria contra el terror, la protesta de hoy no contará con el respaldo del PP ni de las asociaciones que le son afines. A medida que los conservadores iban subiendo el diapasón de sus exigencias para prestarse a asistir, los convocantes iban cediendo a todas esas peticiones. Pero todo fue en vano. El lema final que no satisface al PP es: "Por la paz, la vida, la libertad y contra el terrorismo".

Desde el principio, los conservadores aseguraron que estaban "negociando" con los organizadores para cerciorarse de que la marcha no escondía el respaldo a la política antiterrorista de José Luis Rodríguez Zapatero. El 5 de enero la Asociación de Víctimas del Terrorismo ya se había desvinculado de la marcha porque, a su juicio, no dejaba clara la condena al diálogo con ETA que había practicado el Gobierno. Esa posición fue premonitoria. Dejaba entrever una negativa del PP que finalmente se oficializó el miércoles.

También es significativa la actitud del Foro Ermua, que secundó la manifestación desde el principio pero decidió desvincularse cuando el PP anunció que no estaría presente. Su argumento: la negativa inicial de UGT a sumar el término "libertad".

INDEFINICION El presidente del PP, que ayer estaba en San Sebastián, reiteró que no puede secundar la marcha porque "no se sabe qué política defiende", y consideró que "debería exigir el rechazo a la negociación con ETA y la vuelta al pacto antiterrorista". En su opinión, "en este momento los españoles quieren ir detrás de una pancarta que diga: En defensa de la libertad, vamos a derrotar a ETA y no vamos a negociar ".

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, pidió desde Marbella al líder del PP que reconsidera su decisión. Los representantes de UGT y CCOO de Madrid --convocantes de la marcha-- insistieron ayer en que la de hoy será una manifestación cuyo objetivo es "mostrar el deseo de vivir en libertad y democracia sin que nadie, ni el terrorismo de ETA ni el islamista, pueda segar vidas".

Todos ellos esperaban que la inclusión de la palabra "libertad" en el lema haría que el PP reconsiderase su negativa a asistir a las protestas contra el atentado de ETA.