La junta del PP en la localidad mallorquina de Calviá acordó ayer por unanimidad rebelarse y no acatar las órdenes de la ejecutiva balear para que el alcalde del municipio, Carlos Delgado, prescinda en su Gobierno del tránsfuga Joan Thomás, exedil de Unió Mallorquina (UM). La rebelión puede suponer la expulsión de todos los ediles y del propio alcalde popular en uno de los municipios más importantes de Baleares.

La crisis comenzó a gestarse en julio, cuando Thomás abandonó UM para apoyar al PP en una decisión de carácter urbanístico que beneficiaba a una influyente familia de Calvi . PP y UM gobiernan juntos en el municipio, pero la decisión de Thomás había creado una crisis que trascendía el carácter local y ponía en peligro la gobernabilidad del Consejo de Mallorca, donde los populares apoyan a sus socios nacionalistas.

La presidenta de UM, Maria Ant²nia Munar, había anunciado que estaba dispuesta a romper con el PP y pidió al presidente del Gobierno balear, Jaume Matas, que interviniese en Calvi , aunque el voto de Thomás y el del otro edil de UM son imprescindibles para que Delgado siga en la alcaldía. El PSOE es el único partido de la oposición en Calvi , pero ya ha anunciado que no utilizará el voto de ningún tránsfuga.

Para que el pacto con UM a nivel autonómico no peligre, Matas convocó el viernes a su ejecutiva regional y acordó por unanimidad pedirle a Delgado que prescinda de Thomás y que le despoje de todas sus funciones en el gobierno municipal.

COMITE DE CONFLICTOS Sin esperar a que hubiesen pasado 24 horas, la junta local acordó ayer desmarcarse de la línea oficial y apoyar la decisión del alcalde de mantener en su Gobierno al edil tránsfuga. Matas podría acordar en las próximas horas convocar el comité de conflictos para expulsar a Delgado y a sus 10 concejales del PP.