El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, se encargó ayer de cerrar la puerta a la posibilidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes de que termine la legislatura. El resultado práctico: no habrá más fotos y reuniones PP- PSOE para intentar acercar posturas en este terreno.

El motivo al que se aferran los populares es la recusación de dos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) por parte del Ejecutivo y el anuncio "alocado e insensato" del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, de que se impulsará una nueva vía para ser juez sin necesidad de opositar. "Cuando quieran hablar en serio y plantear propuestas de consenso, ya nos llamarán. Y si no, a partir de marzo, les llamaremos nosotros", remachó Zaplana.

El portavoz del Grupo Socialista en la Cámara baja, Diego López Garrido, aseveró que los populares "cazan al vuelo una excusa" para dejar la negociación. Según dijo, tanto el PP como el resto están "obligados constitucionalmente" a procurar la renovación del órgano de poder de los jueces. El ministro Fernández Bermejo también se mostró partidario de seguir negociando.