El PP y CiU unieron ayer sus votos para aprobar una fiscalización especial de las cuentas del PSOE y el PSC y acordaron que el Tribunal de Cuentas elabore un informe especial sobre la deuda vencida y no pagada, lo que afecta en especial a los socialistas.

En cambio, el mismo pacto entre PP y CiU propició que se rechazara la pretensión socialista de investigar las donaciones anónimas a los partidos, un tipo de financiación que concentran esas dos formaciones. Según el último informe del Tribunal de Cuentas, en el 2001, el partido catalán duplicó sus ingresos opacos en relación con el 2000.

En el 2001, CDC ingresó 1.731.200 euros en bonos exentos de control, frente a los 839.500 que recaudó en el 2000 por esa vía. También UDC ingresó 1.942.000 de euros de recaudaciones en actos y donativos anónimos.