Con americana clara, fajín y bastón, andar pausado pero ánimo brioso, el veterano Manuel Fraga (Vilalba, Lugo, 1923) llegó ayer al recinto ferial de Silleda, en A Coruña, para recibir el reconocimiento de miles de personas antes de su marcha al Senado. Entre los presentes se encontraba la plana mayor del PP: Mariano Rajoy, José María Aznar, Angel Acebes, Eduardo Zaplana, Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Francisco Camps..., y hasta Josep Piqué, que llegó tarde, pero llegó.

Hasta 14 altos cargos populares intervinieron en una ceremonia en la que las alabanzas a Fraga no pudieron competir con los ataques al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Entre los más ilustres oradores se encontraba Aznar. Lejos de las diferencias que ambos tuvieron en el pasado, el expresidente destacó la "admiración" que produce en el extranjero el partido que "Fraga fue capaz de crear". "Un partido fuerte, grande, seguro y orgulloso de sí mismo en estos momentos decisivos para la historia de España", añadió. "¿Qué hubiera pasado si Rajoy hubiera aceptado la presión para callar al PP? ¿Qué hubiera pasado si no hubiese denunciado las consecuencias de ruptura nacional a las que conduce Zapatero?", se preguntó. Aznar pidió también a los presentes que "paren esa corriente" que quiere imponer en Galicia "la misma antipatía que hay hacia España en otras comunidades".

En esta misma línea de argumentación abundó Rajoy, que aprovechó su intervención para recalcar que "hacer oposición es muy difícil, sobre todo cuando se hace contra algo que uno no sabe si es un Gobierno o no". "Cuando hago oposición me fijo en Fraga, sinónimo de respeto a la ley, solvencia y preocupación por el interés general", continuó, y añadió: "Con Fraga no hubiesen pasado cosas como la manifestación que han tenido que convocar las víctimas del terrorismo para pedir que se derrote a ETA sin pagar precio político".

Antes de comprometerse a trabajar para que "España tenga de nuevo un Gobierno que recupere el sentido común", Rajoy agradeció a Fraga su legado y le dijo: "Quiero pedirle que me ayude, que nos siga ayudando a todos".

Fraga recogió el guante y apuntó: "Aunque estoy ya en la edad de la jubilación, espero poder contribuir a la reforma del Senado". Fraga recordó la idea "abierta" con la que fundó y refundó el PP, advirtió que "es muy fácil crear la discordia y desenterrar las rencillas de los abuelos" y lamentó "la pérdida de valores" de la sociedad. Sobre el terrorismo, sentenció: "¿Cómo que no tiene que haber vencedores y vencidos? Tiene que haber un vencedor: la ley, y no los terroristas". Como despedida, exhortó a luchar por una "Galicia grande dentro de una España grande", porque "el apóstol Santiago nos va a valer".

LAS GAITAS Antes de que sonasen decenas de gaitas, antes de que comenzase la entrega de regalos y la comida, el presidente de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijoó contó una anécdota: "Repasando la lista de invitados le dije a Fraga: ´Mira, viene Pío García Escudero portavoz del PP en el Senado´. Fraga me dijo: ´Muy bien, porque va a ser mi nuevo jefe´. Así que, amigo Pío, prepárate", concluyó.